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Despedida de cine en el Palafox

La sala, uno de los templos cinéfilos de la capital, cambia de manos tras ser adquirida por la cadena Yelmo

Pablo León
Fachada del Cine Palafox, Madrid.
Fachada del Cine Palafox, Madrid.Kike Para

El Palafox, situado en el número 15 de la calle de Luchana y uno de los templos cinéfilos de la capital —inaugurado en 1962, llegó a tener 1.322 butacas—,echará el día 28 el cierre tal y como se le conocía hasta ahora. Su despedida va a ser de cine: entre el 20 y el 27 de este mes programan Au revoir Palafox, un ciclo de clásicos —un total de 14 películas— como Casablanca, Cinema Paradiso o En busca del Arca Perdida. La empresa Yelmo Cines, propiedad de la mexicana Cinépolis, ha adquirido la sala, que cambia así de manos, y prevé una amplia reforma interior.

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“El Palafox cierra sus puertas a finales del mes de febrero”, anunciaba el pasado jueves Jesús Mateos ante una sala llena de público. No cabía un alma aunque proyectaban una película de 1984: Pesadilla en Elm Street, clásico de terror dirigido por el recientemente fallecido Wes Craven. Mateos hizo el anuncio dentro de las sesiones Voodoo, organizadas por Sunset Cinema, y que proyecta mitos del cine de terror en pantalla grande.

Antes de que Freddy Krueger desenfundase su guante de cuchillas, un grito de terror inundó el patio de butacas. “No puede ser verdad”, lamentaba uno de los asistentes. Pero resulta que es cierto: después de 55 años exhibiendo dramas, romances, intrigas o aventuras, el proyector del Palafox dejará de emitir el próximo 28 de febrero. “No os preocupéis que el nuevo proyecto también está vinculado al cine”, contaba Mateos, al frente de Sunset Cinema.

“Pensaba terminar con una despedida íntima para amigos y familiares”, reconocía Juan Ramón Gómez Fabra, propietario y director del cine, además de presidente de la Federación de Cines de España. Pero desde Sunset Cinema —organizadores del exitoso cine de verano del Ayuntamiento de Madrid— le propusieron un final made in Hollywood: un ciclo de 14 películas (mayoritariamente en versión original, en varias sesiones y con entradas a 6 euros) que forman parte de la historia del cine.

Un regalo para cinéfilos

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“Alguien que de verdad ama el cine no puede decir que no a un último baile con Cantando bajo la lluvia, Con faldas y a lo loco, Belle Epoque, 2001: una odisea del espacio, Memorias de África, El Padrino, Lawrence de Arabia, Pulp Fiction, E.T., En busca del arca perdida, Blade Runner, La Princesa Prometida, Cinema Paradiso y Casablanca”, dice Mateos, que con este ciclo quiere rendirle un último tributo al Palafox original. Aunque en 1995 el cine pasó de una imponente pantalla única a tres salas, su estructura original se mantuvo. “El patio de butacas se llenaba, pero la parte superior se quedaba medio vacía”, justificaban entonces los responsables. En ese momento, el entresuelo se dividió en dos salas de 260 butacas mientras que el patio de butacas, con 856 asientos, se convirtió en la Sala 1 manteniendo parte de la majestuosidad original. El vestíbulo, clásico, imponente, no se tocó. Ahora, una nueva obra cambiará el templo cinéfilo.

“Un día hubo personas que tenían sus cines”, cuenta Mateos, “que conocían a sus empleados, y les podías ver a menudo por la sala. No programaban con métricas, sino con instinto y corazón. Porque eso es la grandeza del cine: la emociones, las ilusiones y los sueños”. Y concluye: “Juan Ramón nos ha hecho un último regalo a todos los apasionados del cine de Madrid: permitirnos tener un recuerdo imborrable de lo que una vez fue el cine y que ya nunca volverá. Al menos, entre las paredes del Cine Palafox”.

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Sobre la firma

Pablo León
Periodista de EL PAÍS desde 2009. Actualmente en Internacional. Durante seis años fue redactor de Madrid, cubriendo política municipal. Antes estuvo en secciones como Reportajes, El País Semanal, El Viajero o Tentaciones. Es licenciado en Ciencias Ambientales y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Vive en Madrid y es experto en movilidad sostenible.

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