La fundación Savia advierte a la UE de la propagación de plagas en el campo
La organización alerta de los efectos "devastadores" de las enfermedades ante la falta de tratamiento y de control en la entrada de plantas infectadas
Las plagas se ciernen sobre la agricultura. El efecto devastador de las enfermedades sobre cítricos, olivos y otros frutales ha llevado a la fundación Savia, una entidad dedicada al desarrollo rural, a alertar por carta al comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, sobre la mortandad de árboles, la disminución de la producción y rentabilidad económica de las explotaciones así como sobre las repercusiones socioeconómicas derivadas de la pérdida de jornales de recolección y manipulación.
Savia identifica el origen del problema en "la fuerte presión ejercida por países productores de la cuenca mediterránea y de otras latitudes con costes de producción muy inferiores y normativas fitosanitarias mucho más laxas que las europeas".
Estas circunstancias han favorecido la propagación de enfermedades en un sector de gran importancia social, medioambiental y económico para unas regiones especialmente azotadas por el desempleo y la crisis económica.
La fundación destaca los perjuicios de la extensión del HLB (Huanglongbing o Citrus greening), una enfermedad que ataca a los cítricos, que la causa la bacteria Candidatus liberibacter y la transmiten los vectores Diaphorina citri y Trioza erytreae (psílidos).
La Xylella fastidiosa se ha detectado en el olivar y otros frutales de Italia, Francia y España, donde no se cuenta con un tratamiento efectivo. Estas dos enfermedades se combaten en la actualidad con insecticidas, el arranque y quema de los árboles infectados y la propagación de material vegetal sano para la reposición de los árboles arrancados.
Ante esta situación, la fundación Savia ha pedido a la Comisión Europea un mayor control e incluso cerrar el acceso de plantas procedentes de países afectados, especialmente en los viveros de plantas ornamentales, que pueden ser un foco de infección que no están siendo sometidos a sistemas de vigilancia y alerta.
"La propagación de estas enfermedades por el territorio español y de la Unión Europea puede convertirse en un problema de consecuencias incalculables desde el punto de vista medioambiental y económico dado que afectan a actividades y cultivos de enorme peso como son los cítricos y el olivar, sin descartar nuevas afecciones y enfermedades a otros cultivos y ecosistemas", advierte la fundación en su misiva a Hogan.