_
_
_
_
_

Los veladores del 9-N

Jubilados, estudiantes, parados y autónomos se movilizan bajo el lema nos juzgan a todos

Un aspecto de la concentración de apoyo a Mas, Ortega y Rigau.
Un aspecto de la concentración de apoyo a Mas, Ortega y Rigau.Joan Sanchez (EL PAÍS)

Rosa Guallar, de 47 años, estaba ayer sentada en el suelo, junto a su mochila, en el paseo Lluis Companys, apoyada en una farola, con una estelada con mástil y muy concentrada con los auriculares puestos. Hacía pocos minutos que Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau habían atravesado las puertas del Palacio del Tribunal Superior de Justicia y la avenida se empezaba a dispersar. No era la única pendiente de la radio. Ataviados con sus camisetas, las cuatribarradas, ya fuera en jerséis, capas o gorras, miles de personas permanecieron dos horas escuchando atentamente el interrogatorio de los tres encausados. Catalunya Ràdio facilitó la misión al retransmitir en directo el juicio a través de una potentísima megafonía.

Más información
Artur Mas alega que el Constitucional no advirtió de las consecuencias de celebrar el 9-N
Dos veteranos y un juez sobrevenido: el tribunal que juzga a Mas
FOTOGALERIA: EL JUICIO DEL 9N

Voluntaria en Cerdanyola durante el 9-N, Guallar, trabajadora social en paro, se había levantado a las 5.45 de la mañana para tomar el autocar de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) hasta Barcelona. "He venido porque apoyo de forma permanente este proceso. Este juicio en sí es una injusticia y paradójicamente estamos delante de su Palacio. La fuerza de la gente no la van a poder parar. No se va a quedar quieta", dice explicando que le es indiferente si el referéndum es unilateral. Guallar está tranquila pero hay quienes no ocultan que, justo antes de empezar a declarar Mas, le empiezan a cundir los nervios. Otras, pasaron la noche en Barcelona para estar a primera hora esperando a la comitiva en primera línea. Como Montserrat Díaz, jubilada, que a las 7:30 de la mañana resistía el frío con una estelada. "He venido de Pallars para manifestarme", explicaba. 

La acompañante de Ximo Campos, de 70 años, jubilado, que se había dedicado al mundo de las finanzas, prefiere no hablar. Pero él reflexiona y afirma que este proceso es irreversible porque ni el Gobierno central puede dar marcha atrás pero tampoco la Generalitat. "Han sido muy torpes", dice este valenciano en alusión a lo que considera la escasa cintura del Gobierno central que considera que contribuye con su postura a dar alas al proceso soberanista. "No sé que perderemos si somos independientes pero si perdemos el referéndum, esto será como Felipe V: nos arrasarán", dice convencido.

Este juicio en sí es ya una injusticia. A la gente no la van a poder parar", afirma una empleada social que fue voluntaria el 9-N

La ANC hizo un llamamiento a librar este lunes. La manifestación ha estado copada por gente mayor, muchos de ellos jubilados, pero también había estudiantes, parados, funcionarios y autónomos han estado en el paseo. Y también ciudadanos que han arañado alguna hora a su trabajo para ver al menos pasar la comitiva hasta el tribunal. "Mi hijo ha pasado ahora a hacer una foto y mi cuñado se ha inventado una gestión", explica un manifestante.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
No se oía desde la sala pero los manifestantes han abucheado las dos veces que el presidente del tribunal ha interrumpido a Mas

No han faltado funcionarios como Eva Solichero, de 49 años, del Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú que se pidió un día de asuntos propios. "No he tenido ningún problema por ello. No soy la única porque me he encontrado a compañeros", señala junto a su madre, Marta Soler, de 73 años, jubilada, exprofesora de idiomas, que siguieron emocionadas la comitiva en el Born, remacha: "Hemos venido para apoyar al presidente Mas". “Este juicio es una pantomima y una ilegalidad por parte de España", dice sin tapujos Genis Pratdesaba, 48 años, de Santa Eugènia de Berga, con un gorro negro con la estelada estampada. No tuvo problemas para escaparse de su trabajo porque está empleado en el sector de la alimentación y tiene que entregar los pedidos los viernes.

I abans de ser un esclau camuflat de federal vull un pobre independent just i normal",  decía la letra de un tema del cancionero de la ANC

Bajo el lema love democraty, la ANC quería que los secesionistas sintieran la causa como propia y como una reivindicación del principio democrático y la estrategia funcionó. Los cantos a favor de la independencia, junto con clásicos como la Santa Espina o las populares Abril 74 o la Estaca se han conjugado con los lemas a favor del referéndum -"Volem votar, volem votar"- o apelaciones directas a la democracia. También ha habido espacio para nuevas canciones como Com fer una truita, en clara alusión al interrogatorio practicado en la Audiencia Nacional al concejal de la  CUP en Vic, Joan Coma. "Democracia, dignitat, drets 9-N; 6F", se leía en un cubo de cartón enganchado a un mástil que llevaba un manifestante. O pancartas con la imagen de Lluis Companys con la frase "prou juducis". Tras media hora de parón -entre las 9.30 y las 9.55-, que ha provocado el overbooking en las cafeterías de la zona, que han hecho el agosto, el silencio se ha impuesto en el paseo para escuchar a Mas. Lluis Llach, diputado de Junts pel Sí, no ha parado de acceder a ser fotografiado y a firmar autógrafos.

Los manifestantes no han cesado de hacerse fotografías y pedir autógrafos a Lluis Llach 

No se oía desde el interior de la sala pero los manifestantes han lanzado un tremendo abucheo las dos veces que el presidente del tribunal ha interrumpido la declaración del expresident. O han aplaudido a rabiar cuando se ha hecho alusión a que el 9-N fue posible gracias a los voluntarios. O cuando el viento ha tirado del mástil del Palacio la bandera española. Y silbado cuando ha vuelto a ser izada. "¿Saldrán a decir algo? ¿Lo sabéis?", preguntaban manifestantes a los periodistas tras levantarse la sesión. Los minutos de espera a la salida del trío de encausados se ha amenizado con nueve canciones de un cancionero que ha repartido la ANC como La Santa Espina, Els Segadors o Vull ser libre. Su letra decía: "Referéndum. Ara mateix. I abans de ser un esclau camuflat de federal vull un pobre independent just i normal". 

Desde la tarima, Mas ha agradecido el apoyo de los concentrados, Un grupo de señoras mayores de Argentona ha exhibido muy cerca de él una pancarta negra con la leyenda impresa, en blanco: "Vivim lliures o morim". Aleix Pons, de 27 años, estudiante de dirección de cine, dice que la pancarta fue idea de su padre y que hace referencia a la consigna del sitio de 1714. "Espero que todo esto acabe con la independencia. Es una vergüenza negar al pueblo a la libertad de expresión después de que hayamos arrastrado a los políticos. Es un atentado a la democracia", zanja.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_