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GASTRONOMÍA

Festín en una calle (interior)

Arranca Calle Gourmet, un mercado gastronómico cubierto de ‘street food’ y camiones gastronómicos

Uno de los puestos de Calle Gourmet, que se inauguró el viernes.
Uno de los puestos de Calle Gourmet, que se inauguró el viernes.SANTI BURGOS

Hay conceptos que no deberían estar condicionados por la lluvia y el frío. Y ese es el caso de la comida callejera, según Calle Gourmet, un nuevo mercado gastronómico cubierto, dedicado al street food, que se instala todos los fines de semana en el Centro Comercial La Ermita (paseo de la Ermita del Santo, 48; viernes y sábados de 12.00 a 00.00 y domingos de 12.00 a 18.00).

Calle Gourmet consta de 12 puestos —réplicas de los foodtrucks ideados por sus responsables— en los que se cocina en directo. Así, en esta calle interior lucen propuestas coloridas como la de Joaquín Zabala (Me río foodtruck), que hornea, amasa y fríe comida tradicional de São Paulo. O la del venezolano Jaime de Oteyza (Foodnomasds), que ofrece crepes calientes y fríos. “Todo se resume en amar la cocina, que es cultura”, dice Alessandro Cresta (alessandrocrestafood.com). “Los mediterráneos somos de comidas largas con sobremesa”, añade. Pero junto a sus compañeros cocineros coincide en que “esta propuesta se suma a la tradición de los aperitivos que se alargan y le añade música y espectáculo”.

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Alrededor de las casetas se puede sentar uno a comer tranquilamente a ritmo de soul o bossa nova en directo o acompañado del característico sonido del vinilo. “Nos encanta la idea de maridar la comida con música en directo”, dice el organizador, Gustavo Arbiza. A pesar de su espíritu callejero, reconoce que el invierno y las bajas temperaturas serán sus mejores aliados —“la primavera es nuestra enemiga”, bromea—. También confía en que el concepto se convierta en un plan recurrente: “Todos los fines de semana del año y a todas horas, porque la cocina nunca se apaga; en verano, además, contaremos con una terraza”.

La estancia de los cocineros en este mercado durará lo que quieran. “Les ofrecemos algo estable, pero nos encanta que salgan y que haya recambio”, sostiene Arbiza. El chef French (gaijinsushi.com) está de acuerdo. Desde su camión japonés, defiende el nomadismo: “Lo bonito es tener clientes nuevos en sitios nuevos y que te busquen al año siguiente. Es algo espectacular… El nomadismo es nuestra vida”. Más vale que los comensales se den prisa, porque aunque vengan otros, estos camiones no estarán aparcados ahí para siempre.

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