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BICICLETAS

El negocio del alquiler de bicicletas se echa a la calle

Una firma danesa ofrece un sistema de bicicletas compartidas que permite usar los vehículos 24 horas al día y que acaba de llegar a Madrid

Un usuario del nuevo sistema de bicicletas compartidas Donkey Republic.
Un usuario del nuevo sistema de bicicletas compartidas Donkey Republic.Santi Burgos
J. A. Aunión

Unas bicicletas de color oscuro han empezado a colonizar algunos espacios del centro de Madrid. Se pueden ver, de día y de noche, en la plaza de Pedro Zerolo, en Chueca, en la plaza Mayor, en la del Museo Reina Sofía... Se trata de una empresa de alquiler de bicis que ha sacado su negocio a la calle gracias a la tecnología que le ofrece una firma danesa llamada Donkey Republic. De momento son 50, pero esperan llegar hasta las 150 en primavera.

Más información
Let’s roll: Danish startup gives bike hire in Spain a push

El sistema funciona de la siguiente manera: Donkey aporta candados “inteligentes” con conexión a Internet y una plataforma online a través de la cual se gestiona todo el proceso de alquiler. El dueño de las bicis, en este caso la empresa Trixi.com, solo tiene que poner el cerrojo y dejarlas en la calle. Cuando el cliente potencial entre en la aplicación, verá dónde tiene alguna disponible, elegirá la que más le convenga, pagará a través de Internet y la recogerá a cualquier hora del día o de la noche. El candado se abre también, teléfono inteligente en mano, a través de la aplicación. Terminado el tiempo de alquiler (dos horas, seis, un día…), deberá devolver el vehículo al mismo sitio en el que lo recogió. Del precio (7,5 euros por dos horas; 15 por un día), Donkey se queda el 20% y el otro 80% es para el dueño.

Los particulares también podrían adherirse al sistema para alquilar su bicicleta (previo pago de 80 euros por un kit que incluye el candado y algunas pegatinas), pero en la inmensa mayoría de los casos los acuerdos son con empresas locales. “No es un Airbnb con bicletas”, dice un portavoz.

La empresa, que el año pasado recibió una inyección de capital de 1,5 millones de euros del Fondo de Crecimiento Danés, está en pleno proceso de expansión. Ya ofrecen su servicio en 20 urbes. Entre ellas, Copenhague, Barcelona, Ámsterdam, Londres, Madrid y Budapest. Tienen, aseguran, 20.000 usuarios registrados. En España, Donkey está ya presente en Barcelona, Málaga, Benalmádena y Madrid. A la capital llegaron el pasado mes de diciembre.

“Todo lo que sea fomentar el uso de la bicicleta es bueno. Creo que nos viene bien a todos”, opina Pablo Muñoz, de la empresa de alquiler de bicis Bike Spain Tours. “Lo único que puede jugar en contra del sistema es que están ocupando espacios públicos”, añade este miembro de la asociación empresarial de servicios de la bicicleta Madrid Probici.

“Aunque la iniciativa tiene de positivo que se trata de un transporte limpio, se ocupa mobiliario urbano y de reserva para aparcamiento que debe estar a disposición de los ciudadanos, no de las empresas”, opina Esteban Benito, portavoz de la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de Centro. “Hay un lucro privado a costa de los ciudadanos”, añade. “Diríamos sí a la iniciativa dentro de la fiscalidad (en muchas actividades de la 'nueva economía' abunda en el fraude) y aportando economías de escala a través de alquiler de locales o garajes”, concluye.

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Un portavoz de Donkey explica que ellos pagan sus impuestos en Dinamarca y que la empresa local es la que debe pagarlos en España. Para ello, añade, les facilitan la información fiscal de cada pago. Sobre el espacio público, donde también se pueden encontrar multitud de terrazas de bares o coches de alquiler, señalan que las bicis solo se deben dejar donde esté permitido aparcar un vehículo de dos ruedas. Trixi.com, por su parte, remite a un portavoz de Donkey en España.

El Ayuntamiento de Madrid no ha respondido a la petición de este periódico para que aportara su opinión sobre este nuevo servicio.

Mientras tanto, lo que está por ver es la acogida por parte del público. Los daneses defienden las ventajas de su modelo sobre los sistemas públicos de alquiler, que son más baratos y tienen una oferta infinitamente mayor. En el caso de Bicimad, son ya cerca de 2.500 bicicletas y su servicio cuesta entre 1,9 y 6 euros por dos horas (para no abonados), frente a los 7,5 euros que cuesta Donkey. Sin embargo, desde Donkey aseguran que las suyas no necesitan estaciones y pueden tener en su oferta diferentes modalidades: con sillas para niños, con cajones de transporte...

En realidad son servicios muy diferentes. Mientras Bicimad está dirigido a trayectos cortos, de una hora, y desplazamientos de un punto a otro, Donkey está pensado para utilizar el vehículo varias horas o un día entero y volver a dejar la bicicleta en el mismo sitio. Como un alquiler, pero sin acudir a una tienda. Así, su competencia directa serían más bien las empresas de alquiler de bicicletas, cuyos precios sí son parecidos y pueden estar incluso por encima. Los miembros de la asociación empresarial Madrid Probici (entre los que se cuenta Trixi.com) tienen previsto reunirse la próxima semana para debatir sobre la llegada de Donkey Republic a la capital.

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Sobre la firma

J. A. Aunión
Reportero de El País Semanal. Especializado en información educativa durante más de una década, también ha trabajado para las secciones de Local-Madrid, Reportajes, Cultura y EL PAÍS_LAB, el equipo del diario dedicado a experimentar con nuevos formatos.

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