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Citan a declarar como investigado al amigo que le dejó la escopeta al asesino de los agentes rurales

El juez le considera “cooperador necesario” de un delito de tenencia ilícita de armas

Agentes de la policía en el lugar del asesinato.
Agentes de la policía en el lugar del asesinato.Adrià Ropero (EFE)

El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Lleida ha citado a finales de mes a declarar en calidad de investigado como “cooperador necesario” por un delito de tenencia ilícita de armas al amigo que dejó la escopeta al asesino confeso de los dos agentes rurales el pasado 21 de enero en Aspa (Segrià). Se da la circunstancia de que es hermano del cazador que en 2013 fue sancionado junto al detenido en Vacarisses por capturar pájaros fringílidos ilegalmente.

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La Guardia Civil ya había abierto a Miguel Ángel F.S., vecino de Abrera, un expediente por dejar la escopeta Benelli semiautomática de calibre 12 al asesino, Ismael Rodríguez, de 28 años y vecino de Vacarisses, a sabiendas de que este carecía de la licencia para utilizarla. La Intervención de Armas de la Benemérita, tras tomarle declaración, estudia atribuir al cazador que dejó el arma “una infracción administrativa de carácter muy grave” que podría acabar en su revocación de la licencia de armas, por no haber custodiado correctamente la escopeta que acabó siendo el arma letal.

En el momento de los hechos, el detenido disponía de licencia de armas de tipo D, para caza mayor, pero la licencia tipo E para escopetas de caza menor, que tiene una vigencia de 5 años, le había caducado a mediados de noviembre pasado. Dos meses antes, en septiembre, los agentes de la Intervención de Armas de la Guardia Civil le remitieron al cazador un certificado avisándole de que finalizaba el plazo. Ante la falta de respuesta, se pusieron de nuevo en contacto con él para advertirle de que si no renovaba la licencia tendría que depositar las armas asociadas a ella.

Entonces Ismael Rodríguez, una semana después de que expirara su licencia y dentro del plazo establecido para ello, acudió al depósito a entregar una de sus cuatro escopetas y a transferir las otras tres -entre ellas la "Benelli" que utilizó para matar a los agentes rurales- a un amigo suyo que también era cazador y tenía las licencias vigentes.

El 13 de enero acudió a la Intervención de Armas de nuevo para renovar el permiso tipo E. Para ello, aportó toda la documentación necesaria, como la licencia de caza en vigor, expedida por el Departamento de Agricultura de la Generalitat, una póliza de seguro y el certificado médico, que incluía un informe psicotécnico expedido hacía unos días por uno de los cerca de 400 centros oficiales que hay en Cataluña y que están homologados por la Generalitat. El certificado psicotécnico lo consideraba “apto”. Según fuentes cercanas al caso, la renovación del permiso de armas tipo E todavía estaba en fase de estudio por parte de la Intervención de Armas cuando se cometió el doble crimen.

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Al día siguiente del doble crimen, la Guardia Civil se personó en el domicilio del asesino confeso y le decomisó el rifle que tenía en propiedad asociado a su permiso de caza mayor (Tipo D) que tenía vigente y lo dejó en el depósito de armas del Instituto Armado.

También deberán comparecer a declarar ante el juez a mediados de mes, en este caso como “testigos”, los cuatro cazadores que estaban en el coto de olivos de Aspa donde Ismael Rodríguez acabó con la vida de los dos agentes desarmados. A finales de mes también están citados otros dos hombres que estaban en el lugar del crimen.

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