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El tráfico en Gran Vía se redujo un 43% en los días de cierre

El Ayuntamiento descarta la peatonalización durante todo el año de la principal arteria del distrito Centro

Inés Sabanés y José Manuel Calvo, en la rueda de prensa de esta mañana. Kike ParaFoto: atlas

Estas Navidades, durante los 30 días de cortes de tráfico, el número de vehículos que han cruzado la Gran Vía se ha reducido un 43%, según los datos manejados por el Consistorio. En la Cuesta de San Vicente y en Princesa la reducción del tráfico superó el 20%. El gobierno municipal ha calificado de "muy positiva" el cierre parcial de la Gran Vía y ha adelantado las actuaciones futuras para la remodelación de esta arteria. Entre ellas, una pavimentación a la misma altura que elimine las aceras y la incorporación de elementos móviles y lumínicos que permitan facilitar la puesta en marcha de cierres parciales y puntuales a lo largo del año. Se descarta, sin embargo, una peatonalización integral de la Gran Vía de aquí a 2019.

La apuesta de Ahora Madrid por una movilidad centrada en la promoción del transporte público y la reducción del privado ya no tiene marcha atrás. La "nueva Gran Vía" será su máxima expresión. Según detalló el concejal de urbanismo del Ayuntamiento, José Manuel Calvo, de aquí a 2019 el pavimento de la Gran Vía irá a la misma cota de la calzada, según un modelo parecido al de la Calle de Arenal. No obstante, el tráfico no quedará abolido en su totalidad, tal y como había dejado entender la alcaldesa Manuela Carmena en algunas ocasiones.

A partir de este año (siempre y cuando se puedan tramitar los presupuestos), el Ayuntamiento acometerá obras que permitan cierres parciales de la Gran Vía durante eventos u ocasiones particulares. "Será una actuación flexible, mediante elementos móviles [bolardos] o lumínicos para posibilitar la apertura de uno o dos carriles por sentido", ha detallado Calvo, quien ha valorado positivamente la prueba de los últimos cortes al tráfico. "Esta actuación flexible que tenía un carácter provisional ha sido muy positiva. Nos ha permitido anticipar una Gran Vía más amable, más cercana, abierta y que esté a la altura del Madrid del siglo XXI", ha añadido.

La remodelación propuesta por Ahora Madrid se forjaría sobre ejemplos como el de Bilbao. En la avenida principal de la capital vizcaína, la Gran Vía de Don Diego López de Haro, está permitida la entrada de transporte público, pero no de coches particulares, y en esta dirección quiere avanzar Carmena. Por ello, el gobierno municipal tiene previsto gastar 3,2 millones de euros para las aceras, además de 140 millones para 12 aparcamientos disuasorios.

Con respecto a los datos sobre los días de cierre, el Consistorio ha facilitado cifras de tráfico, que se ha reducido en más de un 40% en la Gran Vía y entre un 10% y un 20% en las calles aledañas. El Ayuntamiento aún no dispone, sin embargo, de cifras sobre actividad comercial y hotelera. En los próximos días, el gobierno local podrá analizar también estas estadísticas y elaborará sus conclusiones, aunque las primeras estimaciones son satisfactorias.

En cuanto a los atascos y complicaciones que se registraron en los primeros días de restricciones, desde el Consistorio han defendido que la situación mejoró progresivamente. "La valoración de los dispositivos de Policía y agentes de movilidad es muy positiva", ha afirmado Sabanés, quien ha añadido que el incremento del uso del transporte público ha sido "espectacular".

La edil ha reconocido que se registraron "acumulaciones" de taxis y autobuses durante la prueba de Navidad. Con el fin de agilizar el paso del transporte durante cierres futuros, el Ayuntamiento está estudiando medidas como la creación de bus lanzadera que recorra la Gran Vía de punta a punta. De ese modo, se conseguiría que no transitasen por esta calle todas las líneas de autobús que unen el este y el oeste de la ciudad.

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"En definitiva, más allá de los datos, la valoración es positiva, porque el objetivo era ordenar un dispositivo que permitiera un uso racional y mejor del espacio, y que tuviera en cuenta la afluencia peatonal, que ha sido espectacular", ha resumido la concejal de Medio Ambiente, Inés Sabanés.

Nueva área de prioridad residencial

El proyecto de una "nueva Gran Vía" prevé la inclusión de esta calle emblemática en la gran zona de tráfico limitado a los residentes de centro. La nueva Área de Prioridad Residencial (APR) Centro --que el Ayuntamiento prefiere llamar "área de bajas emisiones"-- se implementará a lo largo del mandato de Carmena, que termina en 2019, y abarcará todo el centro de la capital. A partir de este momento, solo los residentes podrán acceder a esta zona, además de otros vehículos habilitados.

Por otro lado, los representantes del Consistorio han descartado la posibilidad de construir un túnel entre la plaza de España y Cibeles, tal y como había propuesto la portavoz del grupo municipal del PP, Esperanza Aguirre. "Apostamos por reducir el tráfico, no por desviarlo", ha contestado esta mañana el edil de urbanismo, quien ha considerado que los túneles generan más desplazamientos en coche, y que por lo tanto esta propuesta "queda descartada".

Desde el PP, el portavoz adjunto, Íñigo Henríquez de Luna, ha calificado como "una tomadura de pelo" el balance y los datos que ha proporcionado el Consistorio sobre las restricciones al tráfico en la Gran Vía y ha insistido en cómo estas medidas han afectado a los comerciantes de la zona. Begoña Villacís, portavoz de Ciudadanos, ha pedido a Carmena que no sea triunfalista y haga autocrítica por una actuación "precipitada", y porque los comerciantes han denunciado pérdidas en sus ventas.

El Consistorio descarta una consulta al estilo Plaza de España

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, avanzó el lunes su intención de hacer consultas ciudadanas sobre la peatonalización de la Gran Vía. "Queremos hacer consultas, lo mismo que se ha hecho sobre Plaza de España, sobre cómo llevar a cabo el proceso de reducción de tráfico a Gran Vía y su peatonalización", declaró la alcaldesa en TVE.

Este miércoles, sin embargo, los ediles de Urbanismo y Medio Ambiente matizaron las palabras de la regidora. "No se tratará de una consulta de sí o no", explicó el concejal de urbanismo, José Manuel Calvo. Más bien el Ayuntamiento preguntará a los ciudadanos sobre algunos aspectos concretos del proyecto y mantendrá encuentros con varios operadores (empresas de transportes y taxis, entre otros) para resolver eventuales problemas.

El proceso participativo sobre la remodelación de la Plaza de España, que concluirá en febrero, ha durado más de un año. Los ciudadanos fueron llamados a decidir los ejes de la remodelación de la plaza en un proceso innovador para la ciudad. En el caso de la Gran Vía, sin embargo, el Ayuntamiento ha avanzado ya las líneas generales de la reforma de esta arteria, como la plataforma uniforme para que peatones y vehículos circulen al mismo nivel, y la instalación de elementos lumínicos o bolardos que permitan, según las necesidades, habilitar más o menos carriles para el paso de vehículos.

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