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CON NIÑOS

Pequeños melómanos

Cada vez son más las iniciativas que adaptan la música culta a los más pequeños en Madrid

Los actores de Le Cinesi en un ensayo.
Los actores de Le Cinesi en un ensayo.

La música es fuente de evocación también en la infancia. Cada vez hay más iniciativas que adaptan la llamada música culta para el disfrute de los más pequeños, estas adaptaciones consisten básicamente en limitar la duración de los conciertos y en presentarlos por un experto que aporta información y pautas para favorecer la audición.

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El programa ¡Todos a la Gayarre! del Teatro Real hace exactamente eso, bajo la batuta del pedagogo musical Fernando Palacios que, basándose en el montaje programado en la sala grande del teatro, organiza una actividad para los más pequeños. Este domingo (12:00 y 17:00) se exhibe Una de piratas, con la interpretación de un piano a cuatro manos a cargo del Dúo del Valle, que parte del ballet El Corsario para diseñar una sesión plagado de canciones, cuentos y juegos.

El espectáculo de títeres Hansel y Gretel, de la veterana compañía La Tartana se inspira en la ópera homónima del compositor alemán Engelbert Humperdinck , para llevar a cabo esta creación en la que salen a escena más de una veintena de títeres de técnicas muy distintas, en un juego de tamaños, luces y sombras. Está recomendado para espectadores de 5 años en adelante y se puede ver en la sala Cuarta Pared (domingo, 17:30).

El teatro de La Zarzuela en colaboración con la Fundación Juan March también desarrolla programas aptos para los más pequeños. Este fin de semana, el auditorio de la Juan March exhibe en sesiones matinales (12:00) la ópera Le Cinesi, de Manuel García y libreto de Metastasio. Se trata de una ópera en un solo acto que por su pequeño formato no suele representarse en los grandes coliseos operísticos. En este programa se presenta como Teatro musical de cámara y cuenta en lo argumental con cierto exotismo al situar parte de la acción en la vieja China. Aunque la obra planea sobre la mirada a otras culturas y los conflictos de identidad que ello conlleva, en realidad se trata de un divertimento para cuatro voces puesto en escena con una esmerada escenografía y la cuidada caracterización de los cantantes.

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