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Sin rastro de los menores que vivían en un parque

El pasado verano un grupo de chavales, algunos tutelados por la Comunidad, se instaló en una zona del parque Isabel Clara Eugenia

Parque Isabel Clara Eugenia donde vivían los menores.
Parque Isabel Clara Eugenia donde vivían los menores.Kike Para
Pablo León

Ya no hay niños en el parque Isabel Clara Eugenia de Hortaleza. Ya no están los niños del parque, ese grupo de menores, algunos de ellos tutelados por la Comunidad de Madrid, que llevaba desde agosto viviendo en este lugar. Algunos de los chavales habían escapado de uno de los dos centros de primera acogida aledaños al parque. Decían que les trataban mal. Tras una temporada en el parque, en noviembre, acabaron en Rivas-Vaciamadrid, acogidos por una asociación. La Comunidad valoró que esa solución era “legalmente no posible”.

Los chavales, tras su paso unas semanas por un centro de Rivas-Vaciamadrid, volvieron al parque el 16 de diciembre. Dos semanas después no había rastro de ellos en Hortaleza. Cinco de los chicos, de origen marroquí, fueron vistos en Ávila el 30 de diciembre. Hoy nadie les está buscando.

En el barrio de Hortaleza casi todo el mundo conoce ya a los niños del parque. “Creo que llevan viviendo ahí desde agosto”, cuenta una vecina. El pasado verano un grupo de menores se instaló en una zona del parque Isabel Clara Eugenia. La Fundación Raíces, dedicada a prestar apoyo y acompañamiento a menores con dificultades sociales o que padecen exclusión, fueron los primeros en alertar de la situación. Hablando con los chavales, consiguieron que, en octubre, volvieran a uno de los centros que rodean el parque. Tres días después estaban de nuevo fuera: “Los vigilantes nos pegan y nos encierran en una habitación oscura”, contó uno de los chicos. Se realizó una denuncia y una reclamación a la Comunidad de Madrid, que ostenta la tutela de los chavales.

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La Administración es responsable de todos los menores que están en situación de desamparo. Bien sea porque sus padres hayan perdido la patria potestad, bien porque no se tenga constancia de quiénes son sus tutores. En este último grupo entran los cinco menores de origen marroquí (menores extranjeros no acompañados; MENA) que vivían en el parque.

“A finales de noviembre los chicos desaparecieron del parque”, cuentan desde Raíces. A los pocos días descubrieron que se habían instalado en Rivas. “Habían sido acogidos por la Asociación Mundo Justo”, añaden desde la organización. Aunque en un primer momento esa solución parecía que contaba con el acuerdo de la Dirección General de la Familia y el Menor de la Comunidad de Madrid, desde este organismo se envió un informe desfavorable. “Legalmente no era posible”. Desde la Comunidad adujeron que los menores “necesitan un proyecto educativo”, no solo un lugar techado en el que dormir. La asociación devolvió a los menores al centro. “El 16 de diciembre estaban de nuevo en el parque”, cuentan desde Raíces.

¿Son menores o adultos aún tutelados?

“Muchos de estos chavales del parque traen una mochila, están acostumbrados a vivir en la calle y consumen drogas, como pegamento o cannabis”, contaba uno de los trabajadores del centro del que escaparon los menores que prefiere no identificarse. También el profesional hace referencia a las complicaciones para establecer la verdadera edad de los chavales: “Algunos creemos que no son menores, pero no lo podemos saber con certeza”. El consejero de Asuntos Sociales y Familia, Carlos Izquierdo, también dijo, cuando comenzaron a vivir ahí, que no todos los niños del parque eran menores: “El porcentaje es muy bajo”.

La Comunidad de Madrid gestiona en la región dos centros de primera acogida para menores: uno para niños hasta 14 años y otro para chavales de 14 a 18 años. Ambas instalaciones rodean el parque Isabel Clara Eugenia, en el distrito de Hortaleza. Los dos han sido acusados de trato vejatorio. “No es cierto”, asegura el trabajador que prefiere no identificarse. La Comunidad siempre ha defendido la labor realizada en estos centros.

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“La Comunidad Autónoma de Madrid obligó a la Asociación Mundo Justo a que dejara de ofrecerles ayuda porque no permitía que los niños vivieran en su piso de Rivas”, explica en un comunicado Raíces. “Nos han contado que estaban felices en el piso, que no han tenido ningún problema y que no habían vuelto a consumir ninguna sustancia nociva”. Algunos de los chavales fuman hachís o esnifan pegamento. “Al verse obligados a regresar a los centros de donde huyeron, nos vinieron a pedir ayuda”, añadía el comunicado de Raíces. “Estos niños estaban saliendo adelante y la Administración se los ha cargado”, asegura Lourdes Reyzabal, presidenta de Raíces.

Huida a Ávila

Dos días antes de que acabara 2017, los chicos desaparecieron de nuevo del parque. El 30 de diciembre “cinco chavales de origen magrebí” fueron vistos colándose en un tren en Ávila. Fueron llevados a un centro de menores de la localidad. Antes de que llegara la Guardia Civil para devolverlos a Madrid, desaparecieron de nuevo.

“Nadie busca a estos niños”, lamentan desde Raíces, “no hay ninguna investigación abierta”. Sí que hay una alerta de aviso por si alguien les ve. “No se les está buscando porque no han cometido ningún delito”, explican desde la Comunidad. “Son menores desaparecidos y eso se denunció cuando desaparecieron la primera vez del centro [en noviembre, cuando se instalaron en Rivas]. Desde entonces no han regresado nunca al centro por lo que no se ha puesto otra. Cuando los menores salen del centro de menores quienes tienen la responsabilidad de buscarlos es la policía”, añaden desde Asuntos Sociales.

Una vez que pasen seis meses de su desaparición, la Comunidad dejaría de tener la tutela de los chavales. Desde la consejería sospechan que estos chavales querían emigrar hacia el norte de Europa: “Madrid no suele ser su destino final”, dicen en referencia a los MENA. La presidenta de Raíces considera que esto es un fracaso: “No se les ha sabido ayudar”.

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Sobre la firma

Pablo León
Periodista de EL PAÍS desde 2009. Actualmente en Internacional. Durante seis años fue redactor de Madrid, cubriendo política municipal. Antes estuvo en secciones como Reportajes, El País Semanal, El Viajero o Tentaciones. Es licenciado en Ciencias Ambientales y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Vive en Madrid y es experto en movilidad sostenible.

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