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Los editores denuncian 390 millones de descargas ilegales en España

El gremio de editores de Cataluña propone una batería de medidas para luchar contra la piratería

Blanca Cia
Una chica lee un 'e-book' junto a varios libros.
Una chica lee un 'e-book' junto a varios libros. PACO PUENTES

El sector editorial catalán, con un peso específico en el mercado español ya que el año pasado tuvo el 49,5% de la producción, empieza a respirar con cierta tranquilidad por la recuperación del pulso que se inició hace tres años cuando se tocó fondo por la crisis económica. Desde 2013 se ha consolidado un incremento anual en torno al 3,5% y para este año se estima el mismo crecimiento a la espera de que se cierre la campaña de Navidad que junto con Sant Jordi son las dos épocas fuertes. “Estamos muy lejos de los 3.000 millones de euros de facturación de 2008 pero en los últimos tres años hemos ido remontando y la tendencia es satisfactoria”, ha explicado Patrici Tixis, presidente del Gremio de Editores de Cataluña. Pero si el foco se pone en el libro digital, el panorama es más que gris porque la piratería de los libros digitales bate récords año tras año.

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En 2014, las descargas ilegales en España fueron 334 millones y el año pasado se encaramaron a 390 millones, un 16% más. En ambos casos la proporción de los “piratas” catalanes se sitúa en torno al 20%. Unas cifras inadmisibles en opinión del sector editorial catalán que ha decidido iniciar una batalla a muerte contra las aproximadamente 26 webs a las que ya ha denunciado en los últimos dos años. La piratería digital supone un importante quebranto económico estimado, el año pasado, en 200 millones de euros. Prácticamente el doble de lo que se consume legalmente en España que en 2015 gastó 103 millones en la compra de libros digitales y afecta, sobre todo, a títulos nuevos con menos de un año a la venta. La cifra representa el 5% de la facturación total del sector. “En cambio, hay un 24% de los lectores que en encuestas de hábitos reconoce que lee en soporte digital por lo que está claro que hay un 19% que se descarga libros de forma ilegal”, ha precisado Tixis que es consciente de que puede haber muchos compradores que ignoran que están descargándose un libro en una web pirata.

Por eso el sector va a promover un pacto con los operadores de telefonía, creadores de contenidos y anunciantes para que no se inserte publicidad en las webs si se comprueba que tiene contenidos piratas “un sistema que ya funciona bien en Reino Unido”, ha añadido. Es en los países anglosajones donde la venta de libro digital es más alta aunque no pasa del 25% del total. En España es el 5% aunque con oscilaciones significativas como un 25% de lectura romántica y erótica –“se ve que el soporte digital sirve para camuflar ciertas portadas”, ha bromeado Tixis- y un 10% de best sellers. El sector confía en que a partir de ya se aplique con más rigor las sanciones a la piratería a través de la Sección Segunda de la Comisión de la Propiedad que depende del Ministerio de Cultura y que se creó hace dos años como una suerte de juicios rápidos a las webs que venden contenidos de forma ilegal y que comporta sanciones económicas de hasta 600.000 euros o la clausura.

Sant Jordi y la Rosa, candidatos a patrimonio de la UNESCO

La Cámara del Libro de Cataluña, que reúne a los gremios de editores, de distribución y el de la industria gráfica, ha decidido impulsar la candidatura de la Fiesta de Sant Jordi y la Rosa como Patrimonio Inmaterial de la Unesco. “Creemos que la Fiesta de Sant Jordi, como expresión de cultura con una tradición más que centenaria, merece un reconocimiento internacional como el que otorga la Unesco”, explicó Patrici Tixis. El acuerdo ya se ha comunicado a la Generalitat “porque sin duda tendrá muchas más posibilidades de éxito si se defiende por el propio gobierno catalán”.

De momento, los libreros respiran más tranquilos respecto al Sant Jordi de 2017 que cae en domingo pero los comercios estarán abiertos porque así lo ha decidido el Ayuntamiento. Sant Jordi es una fiesta que funciona mejor con la actividad normal de un día laborable.

“De las 26 denuncias que hemos puesto en dos años, solo una ha acabado con la clausura de la web. En teoría se creó para sancionar de forma rápida pero a la práctica tardan un año y medio y es tan largo que lo que hacen las webs es cambiar de nombre y eso representa volver a empezar”, ha apuntado el presidente del gremio que ha explicado que el nuevo equipo del Ministerio de Cultura se ha comprometido a poner más medios y recursos en esa comisión. Otras medidas que van a promover son la introducción de una alerta que avise al usuario que está accediendo a un contenido ilegal cuando entra en una página pirata, algo para lo que se debería implicar la policía o algún tipo de organismo oficial, como ya ha ocurrido en Reino Unido en el que se llegó a un acuerdo entre los operadores y Scotland Yard.

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“En España se han tomado muchas medidas para perseguir la pornografía infantil en la red y nosotros creemos que hace falta la misma intención para proteger la propiedad intelectual”, en opinión de Tixis que se aferra a los números: el sector editorial aporta el 0,4% del PIB español, tiene más de 200 filiales en Europa y América Latina y genera más de 30.000 puestos de trabajo directos e indirectos en España. “ Y de la misma manera que se hacen anuncios para alertar de la seguridad vial y el cumplimento de las normas de tráfico, se deberían hacer campañas de apoyo a la creación y el consumo legal de los contenidos culturales”, ha comentado.

En el papel, las señales son más tranquilizadoras. Además de la recuperación de las ventas, hay otros indicadores positivos como que este año se han producido más altas que bajas en el gremio o que se ha consolidado la internacionalización de los escritores en catalán. Un 2016 en el que las ventas de literatura han crecido y, en cambio, han bajado las de ensayo. Para el libro de texto, que representa el 37% de la edición catalana, 2016 ha sido un buen año porque se han introducido textos nuevos con la reforma educativa.

Niños en librerías

En el resumen del año que ha presentado Tixis destacan otras cifras, como que las editoriales catalanas han facturado 1.116 millones de euros el año pasado, que concentran a casi 300 empresas. Un sector que el año pasado editó 126.988 ejemplares en una población que es medianamente lectora: 6 de cada 10 catalanes ha leído un libro en el último año: 66.6% en castellano, el 27,8% en catalán y el resto en otros idiomas.

Lo que ha funcionado bien es la campaña que realizó el departamento de Cultura de la Generalitat de regalar un vale por 13 euros a los niños que cumplieron 6 años y que sirvió para que iniciaran su biblioteca personal. De los 89.000 niños que recibieron el vale, 32.000 fueron a buscar un libro a las librerías y la mitad compraron uno más. Un gesto que da cierto ánimo frente a otros datos demoledores, como que en España se destinan  de promedio 13 minutos diarios a la lectura a 4 horas de televisión.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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