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Un libro de fotografías recobra la memoria de la Valencia republicana

Joan Ribó: "Una obra que es un verdadero retrato de época; social, urbanístico y político"

La concejala de Cultura, Glòria Tello, y el alcalde de Valencia, Joan Ribó.
La concejala de Cultura, Glòria Tello, y el alcalde de Valencia, Joan Ribó. Mònica Torres

El hemiciclo del Ayuntamiento de Valencia ha sido testigo de la presentación de València republicana. Societat i cultura, coordinado por Salvador Calabuig, una obra editada por la administración municipal que ilustra con más de 300 fotografías de archivos públicos y privados la vida de la ciudad durante los años de la República.

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Como ha señalado la edil de Cultura, Glòria Tello, una joya visual que recorre la vida cotidiana, cultural y política en la Valencia de los años 30. Un libro de imágenes que recupera de forma gráfica la memoria de un tiempo de transformación urbana y efervescencia cultural, política y económica. Un tiempo en el que durante 11 meses Valencia fue capital de la República. "Es un homenaje a las valencianas y valencianos de aquella época, cuyas ilusiones y vida va a poder compartir el lector a través de las imágenes que muestra", ha manifestado Tello.

El alcalde, Joan Ribó, ha indicado que se trata de un trabajo que refleja en fotografías cómo era Valencia, "una ciudad muy activa y volcada con la República". "Una obra que es un verdadero retrato de época; social, urbanístico y político; un retrato lúdico, festivo y costumbrista de aquella Valencia que pasó y que ya hace ocho décadas que se convirtió en la capital de un Estado convulsionado por la guerra", ha resaltado.

Ribó, que ha recordado a grandes fotoperiodistas valencianos como Lázaro Bayarri, Finezas, Luis Vidal y Barberá Massip, ha afirmado que València republicana. Societat i cultura, "llena de rostros, de momentos cotidianos, festivos y emblemáticos, unos años cubiertos posteriormente por el manto de silencio que impuso la dictadura".

El coordinador del libro ha resaltado el papel de la fotografía para devolvernos el recuerdo y la memoria. "Una fotografía nunca es imparcial, opta y enmarca, capta un instante y marca un momento, a la vez que permite conservar cosas que nunca volveremos a ver", ha explicado Calabuig.

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