Un cargo de Hacienda usó datos fiscales para acosar al amante de su esposa
La fiscalía pide para el funcionario ocho años de cárcel por delitos contra la intimidad e integridad moral
Un funcionario de la Agencia Tributaria de Lucena (Córdoba) será juzgado en la Audiencia de A Coruña por acosar, durante dos años y con información confidencial que obtuvo de la base de datos de Hacienda y de la policía, a un hombre residente en Santiago de Compostela con el que supuestamente su mujer le fue infiel.
La supuesta infidelidad fue descubierta a mediados de 2011, cuando el funcionario comenzó presuntamente a planear su venganza contra el hombre, acosándole a él y a la esposa de este último con datos, llamadas y mensajes amenazantes por los que la mujer sufrió un cuadro ansioso depresivo. Superados por la situación, en 2013 el matrimonio presentó denuncia contra el acosador en un juzgado de Santiago y un año después la Fiscalía presentó acusación contra el funcionario, por lo que la Agencia Tributaria le abrió un expediente disciplinario a la espera del resultado del juicio.
Según el relato del fiscal, que pide ocho años de prisión para el funcionario, el acusado, sin antecedentes penales, “abusando de las funciones propias de su trabajo, sus conocimientos informáticos y por encontrarse a disposición de acceder con sus claves a la base de datos confidenciales de los contribuyentes de la Agencia Tributaria, se excedió de las funciones propias de su cargo”.
“Con absoluta ausencia de soporte administrativo que lo justificase”, apunta el fiscal, a partir del 25 de julio de 2011, desde su puesto en la delegación tributaria cordobesa, el acusado comenzó a recopilar información, tanto fiscal como policial, del matrimonio, ambos residentes en Santiago de Compostela.
La investigación interna de la Agencia Tributaria concluyó que el funcionario accedió en al menos siete ocasiones a la base informática estatal, combinando información de la Dirección General de la Policía y de Hacienda sobre la pareja, “con el objetivo de conocer los datos mínimos identificativos, sus declaraciones tributarias y las vías de comunicar con ambos”. Utilizando procedimientos informáticos que no se han podido determinar en la investigación de la policía judicial, el acusado accedió a los datos generales de entrada del correo electrónico de quien creía amante de su mujer, cambió los datos de contraseña y accedió al contenido de las conversaciones entre el titular del correo y su esposa.
El acusado, sostiene el fiscal, Antonio Roma, utilizando el teléfono móvil de su víctima, comenzó a llamarla desde su puesto de trabajo y a enviarle mensajes de forma persistente y de contenido relativo a las supuestas infidelidades, “empleando términos manifiestamente despectivos y humillantes”. También se comprobó que el funcionario le remitió a la denunciante un conjunto de cartas anónimas con el matasellos de la delegación de Hacienda donde trabajaba y correos electrónicos desde la dirección de su esposo en los que se leía: "¿Qué tal tu marido?”.
A pesar de que la mujer le advirtió de que el acoso le estaba afectando a su salud, el acusado no lo evitó, asegura el ministerio público, sino que incrementó las comunicaciones "tanto en su frecuencia como en su contenido", generando en su víctima "una situación de desasosiego”. La esposa del supuesto amante se vio obligada a cambiar los números de su teléfono personal y profesional que el funcionario había conseguido.
El fiscal acusa al funcionario de dos delitos contra la intimidad y otro contra la integridad moral y solicita que indemnice al matrimonio con 15.700 euros por las secuelas de estrés postraumático en grado moderado que causó a la denunciante. El juicio comentará el miércoles en la Sección Sexta de la Audiencia con sede en Santiago.
