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La falta de apoyos a las cuentas de Colau la aboca a una cuestión de confianza

El presupuesto de 2017 prevé un aumento de los ingresos, las inversiones y el gasto social

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. C.RIBAS

El gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, presentó ayer su propuesta de presupuestos para 2017. Pero los números (suben los ingresos; aumentan las inversiones, la contratación de personal y el gasto social) pasaron a segundo plano. Porque el protagonismo ahora en el Ayuntamiento de Barcelona lo tiene la política y sus equilibrios. La presentación de las cuentas se produce 10 días después de que CiU anunciara que busca apoyos para echar a Colau y ayer se volvió a evidenciar que ni CUP ni ERC están dispuestos a facilitar la vida a la alcaldesa. Los republicanos quieren negociar las cuentas municipales en paralelo a las de la Generalitat. Y la CUP condicionó su apoyo a que cese "la represión de la Guardia Urbana" contra los manteros. La situación aboca a Colau a aprobar el presupuesto del año que viene mediante una cuestión de confianza.

La cuestión de confianza supone que, ante la falta de apoyos para aprobarlos en el último pleno del año, el gobierno se arriesga a que la oposición presente, en un mes, un gobierno alternativo. Si los partidos no lo consiguen, se aprueban automáticamente. “Hacemos el esfuerzo de negociar para aprobarlos con consenso. La cuestión de confianza no nos da miedo, está contemplada”, afirmó el portavoz del gobierno, Gerardo Pisarello, que insistió en llamar al diálogo a la oposición y a no quedarse “mirando desde la barrera”.

Presupuestos 2017

Cifra total. 2.580 millones de euros (+ 4,7% que en 2016)

Ingresos. 2.525 M (+ 2%)

Gastos. 2.580 M (+ 4,7%)

Inversiones. 429 M (+ 8%)

Gasto social. 323 M (+ 10,5%)

Deuda. 834 M (32,8% sobre los ingresos corrientes)

Pisarello presentó el proyecto de presupuestos junto al segundo teniente de alcalde, el socialista y socio del ejecutivo, Jaume Collboni. Ambos subrayaron que se trata de unas cuentas destinadas a combatir la desigualdad y la pobreza en la ciudad y a crear empleo. Comenzando con el propio consistorio, que piensa incorporar a 350 trabajadores en distritos y servicios sociales. "El Ayuntamiento tiene suficiente solvencia para no subordinarse a cualquier cosa que no sean sus intereses de ciudad. Barcelona no puede ser moneda de cambio para cualquier otra negociación", dijo Collboni.

Las cuentas están cifradas en 2.580 millones de euros, un 4,7% más que los recursos de este ejercicio (sumando los presupuestos prorrogados del ex alcalde Xavier Trias de CiU y la modificación posterior del actual ejecutivo). La propuesta contempla un gasto social que aumenta un 10,5% y unas inversiones que crecen un 8%.

El portavoz de ERC, Jordi Coronas, exigió que antes de negociar los presupuestos de 2017 “se cumpla lo pactado en 2016” para aprobar la modificación presupuestaria. Coronas lamentó que el pasado año el gobierno preveía una inversión de 39 millones de euros de los cuales 17 millones, dijo, todavía no se han ejecutado y exigió partidas para hacer llegar el metro a la Zona Franca y para cerrar la Modelo. También pidió que Catalunya Sí Que Es Pot y el PSC, apoyen los presupuestos de la Generalitat, para confirmar que velarán por las inversiones en la ciudad.

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La presidenta del grupo municipal de la CUP en Barcelona, Maria José Lecha, condicionó el apoyo de la formación anticapitalista a los presupuestos del equipo de gobierno a que “finalice la represión de la Guardia Urbana hacia la venta ambulante”. “Hace 15 días que el centro de Barcelona está ocupado por las UPAS (antidisturbios) de la Urbana reprimiendo a prostitutas, manteros, estatuas humanas, jóvenes… La ordenanza de civismo se está intensificando y mientras haya represión no apoyaremos el presupuesto”, remarcó.

Por su parte, el portavoz de CiU en el consistorio, Joaquim Forn, no quiso vincular las cuentas de la ciudad a las de la Generalitat, pero expresó “muchas dudas sobre que estos presupuestos vayan a aprobarse”. El convergente receló del anuncio de aumentar el personal municipal: “en el capítulo primero se habla de la creación de 400 puestos de trabajo en el Ayuntamiento, queremos saber cuál es la prioridad de estos empleos y por qué no hay ni una solo plaza para agente de la Guardia Urbana”.

Desde el PP, Javier Mulleras, consideró que la propuesta de “brindis al sol para tapar” el “aislamiento de Colau” y cuestionó los ingresos previstos.

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