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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

No habrá paz para los corruptos

El autor, portavoz de Ciudadanos en la Asamblea, recuerda que hace ahora un año se abrió la comisión de investigación de la corrupción en el parlamento regional

Este fin de semana se cumple exactamente un año desde que pusimos en marcha la primera comisión de investigación sobre corrupción política en la Comunidad de Madrid en dos lustros. Recuerdo que la primera pregunta que nos hicimos fue por dónde empezar ¿Qué caso, qué trama, qué escándalo comenzamos a diseccionar en primer lugar para empezar a exigir responsabilidades e intentar recuperar la confianza de los ciudadanos en la política? Tras varios días de reflexión, decidimos empezar por el “caso IVIMA”. Ese mediante el cual se procedió a despatrimonializar desde la propia administración regional el parque de vivienda pública de la Comunidad de Madrid, malvendiendo casi 3.000 viviendas a fondos buitre.

Desde entonces, no hemos dejado de exigir respuestas, información y transparencia a decenas de comparecientes que han ido desfilando por esta comisión. Muchos de ellos han contribuido a esclarecer algunos asuntos y otros, como Esperanza Aguirre o Ignacio González, han terminado por dimitir de sus respectivos cargos orgánicos en el Partido Popular.

Hoy cumplimos doce meses. Doce meses investigando, doce meses tratando de conocer la verdad y de desenredar la maraña de corrupción tejida durante los veinte años de mayoría absoluta del PP. Durante todo este tiempo, hemos ido desnudando políticamente tramas como la Púnica, exigiendo respuestas a los ‘cabecillas’ de los escándalos relacionados con la Fundación Arpegio, desenmascarando a los responsables políticos del caso IVIMA o arrojando luz sobre el famoso –y bochornoso- caso de los “espías”; una larga lista de agravios a la democracia gestados bajo el cobijo de una vieja política que, hasta hace un año, se creía impune.

Hoy todo ha cambiado. Hoy hemos demostrado que no hay rincón dónde los políticos corruptos puedan esconderse ni escaño al que agarrarse para dar sus últimos coletazos disfrutando de un dulce retiro. Hoy, aquellos que han traficado con la confianza de todos los madrileños utilizando sus cargos públicos para enriquecerse al calor de sus despachos, están más cerca que nunca de sentarse en el banquillo de los acusados

Y no se trata de demonizar a un partido político o de abrir una causa general contra nadie. Se trata de conseguir que los ciudadanos vuelvan a creer en las instituciones, que la ejemplaridad vuelva a la política y que los cargos públicos estén a la altura de los ciudadanos a los que representan.

Todavía queda mucho trabajo por delante, mucha documentación enterrada que seguiremos revisando, muchos testimonios que seguiremos escuchando y muchos enredos que seguiremos desbrozando. Casi 400.000 madrileños nos votaron para cambiar las cosas y eso es, exactamente, por lo que vamos seguir trabajando hasta el final de la legislatura.

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Ignacio Aguado es portavoz del Grupo Parlamentario de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid

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