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Mojarse por el libro

Juan Marsé y Beatriz de Moura, entre los premiados por Liber

Carles Geli

“¿Te has mojado mucho?”. Era la frase más repetida en un ámbito casi familiar, cercana ya la media hora de retraso. Nunca nadie dijo que la cultura y el libro fueran empresa fácil, pero acercarse a la entrega de premios que la Feria Internacional del Libro Liber celebró ayer noche en la Sala de la Cúpula del Museu Nacional d’Art de Catalunya tenía algo de aventura digna de libro: un aguacero imponía su muro de agua y si alguien osaba traspasarlo, se encontraba con la Avenida María Cristina cortada por una exposición del Rallie Costa Brava.

Bajo esas coordenadas, Daniel Fernández, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España y del Liber, no tenía, por no tener, ni autoridades suficientes a las que dirigir el clásico discurso reivindicativo. La tentación era hacerlo con los de la Diputación, pero su red de bibliotecas (216 centros) era uno de los premiados. “Es de las pocas instituciones que han seguido comprando libros a pesar de la crisis”, reconoció Fernández.

Tuvo hasta su punto gracioso que la mejor adaptación audiovisual de una obra literaria recayera en Un día perfecto, película de Fernando León de Aranoa basada en la novela de Paula Farías... Dejarse llover. “Hay historias buenas y las que nos inspiran, y éstas son las mejores”, dijo el director por voz de un productor. Y a ese poder evocador se agarró la periodista Pepa Fernández, “lectora feroz”, se definió, reconocida por su labor por el libro desde No es un día cualquiera (RNE). Otro título con guiño.

“La radio y la lectura comparten que van a estimular la imaginación”, lanzó. Pero no era fantasía que la sala se iba llenando con los que, una hora después de la convocatoria, alcanzaban la versión barcelonesa del monte Ararat. También iban copando el alto techo del museo los espíritus de los invocados por los galardonados. Empezaron los de la librería Cálamo de Zaragoza, premio a 33 años infatigables. “Apóyenlas, visítenlas, cuídenlas...”, llamaron Ana Cañellas y Paco Goyanes a arrebato a unas multitudes que parecen no existir. Juan Marsé, toda su obra memoria y lucha ante el olvido, ternura y crudeza, fue parco pero fiel: “Quiero tener un recuerdo para mi primer editor, que fueron dos: Carlos Barral y Víctor Seix; y para mi agente Carmen Balcells, que me guió, como a muchos de ustedes, tantas veces”.

La sala rebosaba de presencias porque Beatriz de Moura, fundadora de Tusquets, homenaje del Liber, recordó a su compañero y socio Toni López Lamadrid (“me insufló el aliento y los medios para tirar adelante, en cierto modo nos han convocado a los dos”). Y también llamó a José Manuel Lara Bosch, “socio clandestino en los años 90, que nos salvó del desastre; tan poderoso y tan discreto. Chapeau!”

Santi Vila, ese consejero que regala el Cándido de Voltaire a los de su partido con los que se pelea, que dice en tiempos confusos que “la cultura catalana forma parte de la cultura hispana”, como le recordó el presidente de Liber, pidió disculpas tras asumir la famosa falta italiana (Piove, porco governo!). Perdonado: ayer él también se mojó por el libro.

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Sobre la firma

Carles Geli
Es periodista de la sección de Cultura en Barcelona, especializado en el sector editorial. Coordina el suplemento ‘Quadern’ del diario. Es coautor de los libros ‘Las tres vidas de Destino’, ‘Mirador, la Catalunya impossible’ y ‘El mundo según Manuel Vázquez Montalbán’. Profesor de periodismo, trabajó en ‘Diari de Barcelona’ y ‘El Periódico’.

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