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La Generalitat estudia prohibir temporalmente la pesca de coral

La dirección general de Pesca aguarda si los informes aconsejan la moratoria para proteger la especie

Coral requisado por los Agentes Rurales.
Coral requisado por los Agentes Rurales.AGENTS RURALS

En las últimas dos décadas los coraleros furtivos se han convertido en verdaderos saqueadores del litoral gerundense. En este periodo, las fuerzas de seguridad han incautado 342 kilos de coral rojo (Corallium rubrum) pescado ilegalmente. Ante las voces que alertan del peligro en que se encuentran las colonias de esta preciada especie, la Generalitat se plantea promover una moratoria de su pesca. Para ello se están ultimando los preceptivos informes técnicos. La tregua se plantearía conjuntamente con el Gobierno central y el de Baleares.

El director general de Pesca, Sergi Tudela, promoverá una moratoria puntual de pesca de coral si los informes de los científicos muestran que las colonias de esta especie, que se puede pescar de mayo a octubre en aguas del litoral catalán, del Cap de Begur (Baix Empordà) hasta Francia, se encuentran en mal estado. Según ha detallado el jefe de la sección de pesca y marisqueo del Departamento de Agricultura, Jordi Rodón, este mes se hará una primera reunión con científicos. Se encargarán unos informes y si concluyen que las poblaciones de coral están en peligro, se hará una moratoria por el tiempo que recomienden.

Los chinos ganan terreno a los italianos

La crisis y los conflictos en países con tradición de extracción de coral han triplicado el valor del coral. A pesar que depende de su calidad, su precio oscila entre 800 y 1.200 euros el kilo y se ha encarecido hasta convertirse en un artículo de lujo. Los dueños y señores de este mercado, los grandes mayoristas, están en Torre del Greco (Nápoles). Muy pocos son los que dirigen la compra-venta a nivel mundial.

Su poder e influencia sobre centros políticos de decisión en Roma es el que impide, según fuentes del sector, que Italia reconozca el coral como especie protegida y pase a formar parte del Convenio CITES, que preserva la conservación de especies amenazadas de fauna y flora silvestres mediante el control de su comercio. Casi todos los países del mundo forman parte de esta convención en vigor desde 1975.

El creciente interés de China por el coral ha dejado el mercado en stand-by. Taiwan y Hong Kong organizan anualmente dos grandes ferias de coral. No ha sido problema hasta que han empezado su expansión y decidido que quieren actuar como mayoristas pisando así un terreno históricamente en manos de muy pocas familias italianas.

En los últimos 20 años los furtivos han saqueado el litoral gerundense de esta preciada construcción calcárea. Los encargados de perseguir las infracciones son los Agentes Rurales, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil y desde hace un tiempo la Unidad Regional de Medio Ambiente de los Mossos. En este periodo han decomisado más de 340 kilos de coral, de alto valor económico y han impuesto a los furtivos unas 150 denuncias administrativas, que casi nunca pagan. El 70% de las infracciones son por pesca de talla inferior a la permitida, pero los saqueadores de coral que han hecho de ello su modo de vida, incumplen la mayoría de la normativa.

Las voces de alarma sobre la situación de este codiciado animal marino llegan desde diferentes ámbitos. Los biólogos hace años que reclaman un endurecimiento de la ley. Ahora también se les suman algunos centros de buceo del Cap de Creus que alertan de la continua presencia de furtivos. El alcalde del Port de la Selva, Josep Maria Cervera, es de los que piensa que “hace mucho tiempo que no se tendría que poder pescar el coral en el Cap de Creus”. “Entendemos que para los municipios del parque –El Port de la Selva, Cadaqués y Roses—-, para el país y para la economía de todos, es mucho más rentable una rama de coral en el fondo del mar que no una vez que se ha extraído, que beneficia a unos pocos”.

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El mes pasado, los Mossos detuvieron a uno de los históricos furtivos que les embistió con su embarcación en la que además llevaba coral extraído ilegalmente. Le inmovilizaron la barca y le decomisaron las herramientas de pesca. Además la Generalitat le ha retirado la licencia y pedido a las autoridades estatales que también le retiren la de aguas exteriores. Le han pillado dos veces en un año. Él y media docena más se saltan la ley sin contemplación porque saben que la venta del coral, aunque sea de medida no reglamentaria, pescado en veda y en espacio protegido, les representa más ingresos que las sanciones que les imponen. Tanto los cuerpos de seguridad, como biólogos y personas vinculadas al mar de diferentes sectores reclaman “mano dura” contra estos depredadores y una mayor protección para esta codiciada especie.

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