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Realidades congeladas

La plaza de Ópera acoge una exposición de fotografía de diez aficionados seleccionados entre 18.000 participantes en las redes sociales

La foto de Raquel Calviño, ganadora del concurso.
La foto de Raquel Calviño, ganadora del concurso.
Sergio C. Fanjul

En la plaza de Ópera (plaza de Isabel II) se levanta una realidad paralela en la que, entre las personas de carne y hueso que pululan ajetreadas, se encuentran otras inmóviles, misteriosas, que están y no están al mismo tiempo. La pareja que se besa apasionada, el joven que pasea a su galgo, el señor que se tapa la cara con ambas manos al salir del metro y encontrarse con la cámara. Porque este mundo alternativo ha salido de las cámaras de diez fotógrafos aficionados, seleccionados de entre los 18.000 que han participado desde las redes sociales en la iniciativa Ópera: Momentos de realidad.

La street photography, la fotografía callejera, tiene una historia larga. Se considera pionero al francés Eugène Alget, que inmortalizó el decadente París de su época (finales del XIX, principios del XX) como uno de sus pioneros. Después han venido grandes figuras como Robert Frank o Henri Cartier-Bresson, que no dudaron en hacerse a las calles para tomar el pulso a la vida en la ciudad. Vivian Maier fue una niñera, fotógrafa encubierta, que dejó a su muerte miles de impactantes imágenes que varias exposiciones recientes han dado a conocer a los madrileños. "Desde siempre los grandes nombres de la fotografía han hecho fotografía callejera", dice Manel Subirats (@msubirats) miembro de jurado y asesor de los finalistas junto con Óliver Vega (@ovunno), Albert Barrut (@barrut) y el ganador de la anterior edición Víctor Hernández. Hoy una somera visita a Instagram demuestra el éxito del género: a la gente le gusta fotografiar sus ciudades.

Algunos fundamentos de este género: cuidar el encuadre, no tener miedo a acercarse a nuestros semejantes (o, si no, pasar desapercibido) y tener un especial olfato para captar el instante mágico."Hay que llevar siempre la cámara preparada y estar atento a esos momentos que duran uno o dos seguros: un reencuentro, un abrazo, una expresión", dice Subirats. Recursos como los juegos de luces y sombras, los contrastes, las transparencias o los reflejos son habituales en este tipo de fotografía. Y para aquello de la velocidad y la discreción la cámara del smartphone, cada vez más de mayor calidad, es una perfecta aliada. "De hecho algunos de los mejores street photographers del momento han salido de Instagram", dice el jurado. "Si la foto es buena no importa la cámara, sino el camarero", bromea. Así, la cosa se trata mas de tener buen ojo que de manejar un aparto potente.

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El concurso, llamado #NNStreetPhoto, ha sido organizado por la empresa de seguros Nationale-Nederlanden. Los miembros del jurado han impartido un pequeño curso de fotografía callejera a los diez finalistas antes de que estos se dispusieran a tomar la foto definitiva que se expone.

Pero las fotografías que se muestran en Ópera, además de ser callejeras, tienen algo especial: están integradas en el paisaje, a tamaño natural, colocadas en el mismo espacio donde se tomaron, con el mismo ángulo. Es decir, si se las mira desde el lugar correcto vienen a sustituir a la realidad como en un collage perfecto. De noche, son como una ventana a la misma plaza de día. La ganadora de esta edición ha sido la fotografía de Raquel Calviño (@raquelcalviño). "Tiene una composición perfecta, equilibrada, y se encaja perfectamente en el fondo. Además tiene el mérito de hacer captado a una sola persona en un plaza que, por lo general, está muy concurrida", concluye Subirats.

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Sobre la firma

Sergio C. Fanjul
Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980) es licenciado en Astrofísica y Máster en Periodismo. Tiene varios libros publicados y premios como el Paco Rabal de Periodismo Cultural o el Pablo García Baena de Poesía. Es profesor de escritura, guionista de TV, radiofonista en Poesía o Barbarie y performer poético. Desde 2009 firma columnas y artículos en El País.

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