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Tribuna
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La grandeza de un pueblo

El 9 d´Octubre se presenta como una oportunidad de reivindicar la importancia del pueblo valenciano en el conjunto de España, sin estridencias y sin desafíos

Hoy es el día en el que todos los valencianos, castellonenses y alicantinos hacen balance y recuerdan el 9 d´Octubre del año 1238 en el que el Rey Jaume I, con su entrada en la ciudad de Valencia, empezaba a forjar la conciencia colectiva de un pueblo que se vertebró a través del Reino de Valencia y que se ha consolidado con el paso de los siglos hasta su actual composición territorial y su denominación de Comunitat Valenciana.

Orgullo es el sentimiento con el que cualquier ciudadano de nuestros 542 municipios se despierta en esta jornada de fiesta y reivindicación de lo propio. La pertenencia a un proyecto común y nuestra querida lengua valenciana han ayudado a la construcción de la memoria de la Comunidad —sin exclusiones ni divisiones— y han permitido que seamos reconocidos en la norma institucional básica, el Estatuto de Autonomía, como una nacionalidad histórica.

Hacemos gala de esa larga tradición sin complejos, sin ataduras y con la naturalidad de expresar al resto de los españoles que estamos comprometidos con ellos en la cimentación de un país más fuerte, solidario y garante de la diversidad de sus orígenes. La Constitución Española ha sido la brújula del mejor esfuerzo colectivo de transformación de un país que se conoce en el mundo y nos sentimos identificados con ella y con los valores europeos en una coyuntura en la que se cuestionan de manera imprudente.

El 9 d´Octubre se presenta como una oportunidad de reivindicar la importancia del pueblo valenciano en el conjunto de España, sin estridencias y sin desafíos que desemboquen en un referéndum independentista como el que se ha puesto en marcha por parte de quienes ahora rigen los destinos políticos de Cataluña con altanería.

Esa lealtad no supone genuflexión alguna sino reflexión. La Comunidad debe alcanzar pronto unos estándares de financiación acompasados al peso de su historia y de su población para dejar atrás los agravios que ahora padecemos respecto a otros territorios. El Partido Popular, al que tengo en estos momentos el honor de presidir en la Comunidad, siempre ha estado al lado de los valencianos, reivindicando lo justo para nuestras 34 comarcas y son otros los que pilotan la Generalitat y quienes se han unido a esa tarea, si bien, con tácticas muy cuestionables.

Los representantes del tripartito estuvieron alejados de esa problemática mientras estaban en la oposición y dejaron solo al partido gobernante al frente de las reivindicaciones. Ahora que gobiernan cogen el relevo de esas peticiones para derogar el sistema que impulsó José Luis Rodríguez Zapatero pero lo hacen de manera errónea. Las cuestiones económicas clave para esta tierra se tienen que negociar con el interlocutor válido, como en este caso lo es el ministro de Hacienda, y con él he estado reunida esta semana. ¿Dónde estaba el presidente de la Generalitat? Ha optado por un manifiesto como medida de presión. Una actuación no es incompatible con la otra pero el tripartito lo ha fiado todo a la táctica del victimismo e ignora a quienes realmente pueden solucionar el problema.

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La división no puede ser el objetivo de un gobernante y, por desgracia, la gestión de Ximo Puig, Mónica Oltra, con la anuencia de Antonio Montiel, no beneficia a los valencianos. El pacto que firmaron no se ha traducido en nada positivo y no mejora la calidad de vida y asistencial de nuestros vecinos. El 9 d´Octubre es motivo de alegría y no debe ser una fecha para azuzar un enfrentamiento entre los valencianos y para demonizar a Madrid.

Alterar tradiciones como impedir la entrada de la Real Senyera a la Catedral de Valencia es una de esas cuestiones que simboliza el intento del tripartito por dividirnos y evidencia el intento de patrimonializar una fiesta y deformar nuestra historia, relato que solo corresponde a los habitantes de la Comunitat Valenciana como herederos de nuestros antepasados.

Invito pues a los valencianos a que disfruten de un día festivo con civismo, sin enfrentamiento y con júbilo. Que se alejen de aquellos que tienen en el conflicto permanente su "leit motiv" y que refuercen su autoestima por formar parte de un gran pueblo sin sometimientos. Hay que mantener la cabeza alta y la firmeza frente a quienes se sienten más cómodos integrándose en una operación de maquillaje de la historia, auspiciada por el independentismo catalán, que tanto daño está haciendo a España.

Es momento de demostrar como pueblo que, pese a las dificultades que atravesamos, nuestro carácter emprendedor, dinámico y perseverante nos permitirá vivir un nuevo periodo de prosperidad. La estabilidad es la mejor receta para ello y nuestra formación estará junto a los valencianos siempre para facilitar que el clima de diálogo, trabajo y responsabilidad primen sobre cualquier otra actuación basada en el egocentrismo, las luchas cainitas o el oportunismo. ¡Feliz 9 d´Octubre!

Isabel Bonig es portavoz del Partido Popular en el Parlamento valenciano.

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