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Un premio Ciutat de Barcelona de Arquitectura, entre las zarzas

Las instalaciones olímpicas de Tiro con Arco, diseñadas por Enric Miralles y Carme Pinós, se encuentran amontonadas en un solar

Blanca Cia
Algunas de las losas que cubrieron un edificio deportivo diseñado por Enric Miralles y Carme Pinós.
Algunas de las losas que cubrieron un edificio deportivo diseñado por Enric Miralles y Carme Pinós.Joan Sánchez

1992, en pleno año olímpico el Ayuntamiento distinguió con el premio Ciutat de Barcelona de Arquitectura a un complejo muy singular: las edificaciones que formaban las instalaciones olímpicas de Tiro con Arco del Vall d’Hebron. Fue un proyecto de los arquitectos Enric Miralles y Carme Pinós que pasados los JJ OO siguieron con su función –vestuarios y otras dependencias- después de que el campo de tiro se transformó en pistas de fútbol y rugby. Uno de los dos edificios fue desmontado en 2008 por la urgencia de la construcción de infraestructuras del metro, un nuevo túnel de la cola de maniobras de la línea 5 tras el hundimiento del Carmel. GISA, la empresa pública de la Generalitat que realizaba la obra, se comprometió con la arquitecta Carme Pinós (Enric Miralles falleció en 2000) a que después reconstruiría el edificio. Nueve años después, parte de los componentes de aquellas construcciones, unas grandes losas de hormigón con lucernarios, están amontonadas y en evidente estado de corrosión en uno de los laterales de las instalaciones deportivas.

Están, literalmente, entre las zarzas y rodeados por una verja de hierro tumbada en más de un punto. Los cristales de las losas por los que entraba la luz a los vestuarios están rotos y las varillas de hierro asoman entre el hormigón. Cuesta pensar que esas grandes planchas de hormigón daban forma a un edificio singular y premiado. “La verdad es que hace tiempo que no sé nada del asunto después de recibir evasivas o silencios”, cuenta la arquitecta Pinós en su despacho con un punto de enfado. “La empresa que hacía las obras del metro –entonces GISA- se comprometió a rehacer el edificio una vez concluyeran los trabajos. Un compromiso que se hizo por escrito y no se ha cumplido”, añade.

El edificio en cuestión, con una forma sinuosa que albergaba los vestuarios y duchas y otras dependencias, fue al suelo en 2008. “Como iba a ser algo provisional, para un año, en las instalaciones colocaron unos barracones . Y aquí seguimos ocho años después”, comenta uno de los responsables de la instalación del campo de fútbol y rugby del Vall d’Hebron que tiene 4.500 usuarios.

Con la promesa de que iba a ser provisional, las piezas guardadas fueron acumuladas dentro del perímetro de las instalaciones. ”En 2012, hicieron una selección de las losas y las cambiaron ya fuera del campo deportivo porque molestaban”, subraya el mismo usuario. Allí siguen. En julio pasado se iniciaron las obras de la primera fase de unas nuevas instalaciones que albergarán los primeros vestuarios. El edificio, actualmente en la estructura de la planta baja, lo ha encargado Infraestructuras.cat, la empresa pública de la Generalitat que sucedió a GISA. “Se trata de una construcción funcional, como la que se puede ver en cualquier polideportivo, y por lo que sabemos las piezas de Pinós no se emplearán”, comentan desde la instalación deportiva donde se alegran de que, por fin, se acabe con una “provisionalidad” que ha durado ocho años.

Saber qué ha ocurrido con aquel compromiso de reconstruir el pabellón premiado es un misterio. “Yo llegué a presentar el proyecto ejecutivo del nuevo pabellón en el que reutilizaba el material que se había conservado y me pagaron por ello”, explica la arquitecta. Pasados los años y ante el silencio total de las administraciones, tanto la Generalitat como el Ayuntamiento - las instalaciones son municipales-, Pinós se entrevistó con el arquitecto jefe Vicente Guallart, cuando el alcalde era Xavier Trias. “ No saqué nada en claro porque me comentó que igual se hacía un nuevo concurso”, apunta. Portavoces municipales del actual consistorio explican que de la obra finalmente se encargó Infraestructuras.cat ya que era una restitución que les correspondía afrontar porque el derribo fue por unas obras del metro.

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Desde Infraestructuras.cat no aclaran a preguntas de este periódico que pasó con aquel compromiso al que habían llegado con la arquitecta y si el actual proyecto se ha hecho con concurso. A ella le quedan pocas esperanzas de poder rehacer la obra y no ha sido informada de la ejecución de las nuevas instalaciones.

A pie de campo, a los que trabajan y utilizan las instalaciones deportivas lo que les interesa es que se cumpla el plan de fases trazado y que vestuarios, duchas, oficinas, almacenes y hasta el bar dejen de estar en barracones. Algunos todavía se acuerdan de lo singular que era ducharse en un habitáculo circular por el que se colaba la luz y el sol por las cristaleras: “realmente era original aunque la funcionalidad es otro tema”.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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