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El túnel de Glòries se retrasará un año y medio, hasta finales de 2018

La galería será un metro y medio más profunda, lo que ha obligado a hacer nuevos cálculos

Clara Blanchar
Obras del túnel de Glòries.
Obras del túnel de Glòries.Joan Sánchez

El túnel para soterrar la Gran Via a su paso por la plaza de les Glòries, en Barcelona, que tenía que estar acabado en mayo del año que viene, no estará en funcionamiento hasta finales de 2018. Así lo ha comunicado la dirección de Bimsa, la empresa municipal que ejecuta esta compleja obra, este miércoles durante su consejo de administración. Octubre-diciembre, es la fecha prevista ahora tras topar con varias dificultades técnicas e imprevistos que, entre otras consecuencias, han obligado a bajar a un metro y medio más de la profundidad prevista. Está por ver si el retraso afecta a las futura plaza, la Canòpia, aunque el Ayuntamiento ha asegurado a los vecinos del entorno que los trabajos en superficie podrán comenzar en paralelo a la perforación del túnel.

Este incremento de la profundidad ha obligado a recalcular y ajustar el proyecto de una infraestructura que es como el esqueleto de un edificio, pero bajo tierra: con pantallas (paredes) y techos que asegurarán los cuatro túneles de tren y metro ya existentes; y los dos que hay que excavar. La dirección de Bimsa ha asegurado que el sobrecoste del retraso "se absorberá con los 98 millones presupuestados para la primera fase de la obra", pero ha sido ambigua a la hora de concretarlo, según fuentes presentes en la reunión.

Sin noticias de la segunda fase

Más allá de los plazos, una de las incógnitas sobre Glòries es si el actual ejecutivo de la alcaldesa Ada Colau ejecutará las dos fases del túnel, que llegaría a la rambla del Poblenou, o se quedará en la primera: hasta la calle de Badajoz. Hasta ahora, las declaraciones del equipo de Gobierno apuntan a que no lo consideran prioritario. Pero si alguien esperaba aclararlo en el consejo de administración de Bimsa de este miércoles, tendrá que esperar, porque la respuesta ha sido que no se decidirá hasta finales de este año o durante el primer trimestre de 2017. Los vecinos de los cuatro distritos afectados ya han dejado claro que si Colau no cumple con el compromiso del anterior mandato no van a quedarse de brazos cruzados.

Iniciados en marzo de 2015, al final del mandato del alcalde Xavier Trias (CiU), los túneles para soterrar la Gran Via son la principal obra que tiene en marcha la ciudad. Por envergadura --han obligado a hacer desvíos de tráfico por los 150.000 coches que la cruzan a diario-- y por coste. La primera fase del túnel, entre las calles de Marina y Badajoz, estaba inicialmente presupuestada en 90 millones de euros y tenía una ejecución prevista de 15 meses. Pero la obra es de una extrema complejidad: se trata de construir dos tubos que inicialmente bajaban a 25 metros de profundidad, por debajo del nivel freático, colectores y los túneles citados.

Bimsa ha enumerado cuatro causas del retraso. La primera, la gran complejidad de los trabajos previos y preparativos de la obra (desvíos de tráfico, de servicios, recálculos y bombeo del agua del freático). La segunda causa es que se ha prolongado la construcción de las pantallas del túnel, en parte porque un lateral de un túnel ferroviario bajaba a mayor profundidad de la que se pensaba.

El tercer argumento es el incremento en duración de la ejecución del colector de Claperós, "por la presencia de estructuras soterradas y prismas de servicios imprevistos". Y la cuarta la previsión de que se alarguen los trabajos en mina. Se revisará "el sistema de ejecución de las minas bajo los túneles para aumentar su seguridad" y se "reforzará la inyección del terreno para garantizar la estabilidad", según la documentación entregada durante el consejo.

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En la ejecución de las pantallas que aguantarán los túneles bajo tierra una de las causas del retraso de las obras es que, debido al estado de los túneles ferroviarios, no se ha podido trabajar todas las horas previstas, porque Adif pidió que algunos trabajos se realicen de noche, para no coincidir con los horarios de paso de los trenes. La dirección de la empresa ha explicado incluso que durante este verano se han producido dos inundaciones en vías de tren, según fuentes presentes en la reunión.

Los vecinos de los cuatro distritos colindantes con esta enorme obra --Sagrada Família, Clot Camp de l'Arpa, Poblenou y Fort Pienc-- fueron informados la semana pasada del retraso se muestran por ahora relativamente tranquilos. Aseguran que no pueden oponerse a una prolongación por motivos técnicos debidos a la complejidad de la obra. Y aseguran que los técnicos municipales les han dicho que los trabajos bajo tierra no afectarán al calendario de ejecución de las obras de la nueva plaza, la Canòpia.

El presidente del grupo municipal del PP, Alberto Fernández,ha criticado la "falta de previsión del Gobierno Colau en la gestión de las obras" y ha denunciado que "alargará todavía más el colapso de tráfico que afecta a cuatro barrios". Fernandez Díaz considera "imprescindible" agilizar las obras para cumplir con los plazos y reclama que se ejecute la segunda fase del túnel. "ESte retraso no puede disuadir al gobierno municipal a la hora de ejecutar la segunda fase comprometida con los vecinos", dice.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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