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El filonazi Varela tenía alquilado su piso cuando los Mossos lo registraron

Unos turistas franceses rentaron la vivienda a través de la plataforma Airbnb

Alfonso L. Congostrina
Pedro Varela en una imagen de archivo.
Pedro Varela en una imagen de archivo.

El propietario de la librería filonazi Europa, Pedro Varela, había alquilado temporalmente su piso a turistas franceses -mediante la plataforma Airbnb- días antes de que la vivienda fuese registrada por los Mossos d’Esquadra. Los inquilinos se llevaron el susto de su vida cuando, mientras desayunaban en el la vivienda de Vilalba de Sasserra (Vallès Oriental) una decena de agentes encapuchados y armados invadieron el domicilio para detener a Varela.

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Cuando alquilaron el piso no se preocuparon de averiguar cuál era la identidad real del propietario. Nunca llegaron a sospechar que el hombre educado, culto y simpático que les entregó las llaves tiene problemas con la justicia por difundir y editar publicaciones y realizar actividades donde se promueve la negación del holocausto judío.

Anne Sophie Guillonnet y su compañero viven en Saint-Nazaire (Francia). A principios de verano hicieron una reserva por Airbnb y alquilaron un piso en Vilalba de Sasserra. Un lugar económico y desde el que podía reunirse con unos amigos catalanes. Guillonnet, en declaraciones al diario francés Le Figaro, asegura que el propio Varela les atendió y, aunque simpático, tenía prisa por marcharse. Varela, supuestamente, emprendía un viaje para pasar unos días en la montaña, con su hija menor de edad, cuando los Mossos registraron su domicilio.

El viernes 8 de julio , sobre las 7:30 de la mañana, el marido de Guillonet estaba desayunando en la terraza cuando se topó con un encapuchado armado con un rifle de asalto. Hasta una docena de agentes se colaron en el domicilio. “Mi marido no habla español y vino corriendo a la habitación a buscarme”, recuerda la turista. Según la mujer, los Mossos rápidamente entendieron que se trataban de turistas y pese al susto pudieron seguir sus vacaciones dos días más.

La turista francesa hace poco que supo que había alquilado el piso a uno de los filonazis más importantes de Europa. La relación de Guillonnet y Varela fue muy breve, de hecho, en Airbnb no mostraba su rostro y en su lugar utilizaba el pseudónimo Rex. Rápidamente la joven francesa comenzó a atar cabos. Varela utilzaba el psudónimo de Rex junto a la fotografía de un perro de la raza pastor alemán. Usa el nombre y fotografía del can protagonista de la serie austriaca con el mismo nombre y que hace referencia a un perro policía. Curiosamente, el pastor alemán era el animal favorito del propio Hitler como bien conoce Varela y además, Guillonnet relaciona el nombre de Rex con el movimiento que fundo el belga Leon Degrelle antes de convertirse en un oficial de las SS. “Y su hija se llama Eva, como la esposa de Hitler”, añade Anne-Sophie Guillonet a Le Figaro.

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Tras el registro del domicilio, Pedro Varela permanció varios días en busca y captura. Al final se entregó y pudo eludir la prisión después de que un individuo le entregara 30.000 euros para pagar la fianza. Guillonet exigió responsabilidades a Airbnb.

El mismo día que entraron en la vivienda de Varela los agentes detuvieron a cuatro de sus colaboradores, se precintó su librería y se incautaron miles de ejemplares donde se realizaba apología del genocidio.

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