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Tribuna
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Cambio de prioridades en el modelo sanitario de Barcelona

Estas nuevas prioridades marcan toda la acción del Ayuntamiento en materia de salud y que en este primer año ya ha dado muchas muestras, como el refuerzo de la salud comunitaria en los barrios con más necesidades

Manifestación delante del hospital Clínic de Barcelona
Manifestación delante del hospital Clínic de BarcelonaMassimiliano Minocri

La salud es una prioridad y un derecho. Eso es indiscutible. El sistema sanitario público es un determinante más de la salud, dedicado fundamentalmente a la atención a la enfermedad. Es una contribución decisiva para garantizar la salud y prevenir desigualdades en nuestra sociedad. El pasado 4 de julio se firmó un importante convenio de inversiones en equipamientos sanitarios para la ciudad de Barcelona. Un acuerdo entre el Ayuntamiento y la Generalitat que supone un cambio de modelo y prioridades. Más allá de las cifras, es necesario destacar el cambio de modelo y de apuesta, la nueva política de salud que impulsa el Ayuntamiento y que ha impregnado este acuerdo de inversiones con la Generalitat, que se resume en tres grandes prioridades.

1. Las áreas más desfavorecidas. No es justo tratar igual a aquellos que son desiguales. Sabemos que entre Torre Baró y Pedralbes hay 11 años de diferencia de esperanza de vida. Esta diferencia está directamente relacionada con la diferencia de renta y refleja una necesidad diferente de atención sanitaria. Por eso, una manera de promover la equidad pasa por concentrarse en los 18 barrios más vulnerables: así entonces, los centros que dan servicio a estos barrios acumulan el 77% de los presupuestos del convenio.

2. La proximidad y la centralidad de la atención primaria. Para atender a las personas y sus necesidades cotidianas en su entorno, se apuesta por mejorar la red de centros de atención primaria, un verdadero tesoro público, y garantizar que puedan afrontar el crecimiento poblacional y al papel más central que se le quiere dar al sistema: ya sea mediante centros nuevos, ampliación de otros o la modernización de equipamientos.

3. La atención sociosanitaria y la salud mental, grandes olvidadas hasta hoy. Por primera vez, el convenio integra inversiones en los centros de atención y seguimiento a drogodependencias, junto con nuevos espacios para centros de salud mental de adultos e infantojuveniles. También destaca la previsión de construir un nuevo centro sociosanitario público, así como la ya efectiva reapertura de los espacios que se habían cerrado del Centre Fòrum: una apuesta decidida por recuperar capacidad de provisión pública en un sector históricamente apoyado en empresas mercantiles.

Estas nuevas prioridades no se plasman solo en los equipamientos. Marcan toda la acción del Ayuntamiento en materia de salud y que en este primer año ya ha dado muchas muestras, como el refuerzo de la salud comunitaria en los barrios con más necesidades, la presentación de un plan transversal de salud mental o la ampliación de horarios de centros de urgencias, entre otros. En definitiva, las desigualdades habían sido despreciadas, cuando no directamente se había contribuido a agravarlas con una larga lista de recortes. Este gobierno municipal, no obstante, trabaja con un compromiso: combatir las injusticias, reducir desigualdades, reforzar el carácter público y el común, para que toda la ciudad gane en equidad y cohesión social. El cambio principal no es simplemente hacer más, es que hacemos diferente, para atender a todo el mundo en función de sus necesidades, desde la proximidad, de manera integrada y con la comunidad. Eso es mucho más que equipamientos, es hacer política para cambiar las prioridades y mejorar la salud.

Gemma Tarafa es comisionada de Salut del Ayuntamiento de Barcelona y Davide Malmusi es director de Servicios de Salud.

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