El Dcode estira el verano musical en la Complutense
El festival mezcla cabezas de cartel con bandas para descubrir
El Dcode no es el festival con más artistas (26) ni el de mayor duración (18 horas), pero tiene algo que lo hace especial: se programa en septiembre, cuando muchos están inmersos en el síndrome posvacacional, y se presenta como un apetitoso coletazo veraniego. El repertorio de este año en el campus de la Universidad Complutense será dispar, que no es lo mismo que falto de criterio, porque lo tiene, y mucho. Cuenta con unos cuantos cabezas de cartel, pero también alguna que otra banda para descubrir.
El manierista Bunbury, con una pata en el mainstream y otra en la música independiente, garantiza una afluencia amplia y variopinta. No saca disco con canciones nuevas desde Palosanto, de 2013, así que a buen seguro repasará sus pelotazos y, quién sabe, tal vez caiga alguna de Héroes del Silencio, para solaz de sus fans de siempre.
Los vascos Belako y su rock hipercinético volverán a dejar a todos boquiabiertos con su directo explosivo y demasiado perfecto para unos chavales tan jóvenes. El folk mostrará varias caras, la más pegadiza de la mano de los británicos Bear’s Den, la más leñosa y roquera de parte del californiano M. Ward, que presenta su octavo disco, More Rain.
León Benavente, Triángulo de Amor Bizarro y Love of Lesbian volverán a demostrar que el mal llamado indie es en realidad un fenómeno de masas, y los belgas 2ManyDjs, que, como dicen, vienen a pinchar y nada más que a pinchar, le harán gastar zapatilla hasta al más abúlico.
Son algunos ejemplos de un festival pensado para gustar a muchos y disfrutar sin dobleces del último bocado estival. También los niños: desde el mediodía, hay conciertos y actividades para los pequeños de la casa.