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Un gran fuego en Cualedro revive la pesadilla del año pasado

La investigación del mayor incendio de 2015, con al menos 3.200 hectáreas arrasadas, se ha archivado por falta de pruebas contra el único imputado, un anciano al que todos consideran inocente

Un grupo de vecinos se enfrenta a las llamas del gran incendio de Cualedro en 2015 para evitar que el fuego alcance su aldea.
Un grupo de vecinos se enfrenta a las llamas del gran incendio de Cualedro en 2015 para evitar que el fuego alcance su aldea.ÓSCAR CORRAL

Cualedro vuelve a estar al rojo vivo. El municipio ourensano, castigado reiteradamente el año pasado por los incendios forestales provocados, y paisaje en el que se desencadenó el más devastador fuego de 2015, vuelve a estas horas a revivir la pesadilla del caos que la envolvió hace más de 11 meses, cuando ardieron al menos 3.200 hectáreas, cinco granjas y un par de vehículos de extinción. Aquel volcán desatado en las proximidades del pueblo de A Saceda acabó contagiando con sus llamas cuatro municipios (Cualedro, Baltar, Trasmiras y Xinzo) y además de con mangueras, helicópteros e hidroaviones, se quiso zanjar con la detención de Gumersindo. La Guardia Civil arrestó a este hombre de 83 años, tan mayor como apreciado por sus vecinos, curiosamente coincidiendo con la fecha en la que acudió al pueblo seguido por las cámaras Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta, para bendecir con su presencia los rescoldos de la catástrofe. Este verano, el juzgado que instruía las diligencias contra Gumersindo archivó provisionalmente la causa a petición de la fiscalía de medioambiente por falta de pruebas.

El investigado, que ya ha cumplido 84 años y sufrió un gran deterioro de su salud a consecuencia de la detención, siempre negó los hechos y simplemente fue arrestado porque se encontraba cerca del foco del incendio, según dijo ante la juez, cuidando de su viña y recogiendo unas sandías para los amigos. Desde el alcalde hasta el último vecino de su pueblo, Gumersindo, que pasaba los días entre su finca y su casa, velando la mayor parte de las horas por la salud de su esposa enferma de alzheimer, fue arropado y defendido por todos. Todos pusieron la mano en el fuego por él, en aquel desastre local que también arrasó su propia cosecha de uvas.

Dos brigadistas evacuados

S. R. P.

A media tarde han tenido que ser evacuados para ser atendidos en el Hospital Comarcal de Valdeorras dos brigadistas que trabajaban en las labores de extinción de un fuego que se ha declarado hoy en A Pobra de Trives. El fuego, de momento, no supera las 20 hectáreas, superficie a partir de la cual comienza a facilitar información la Administración gallega.

Uno de los trabajadores contraincendios ha tenido que ser atendido por inhalación de humo del fuego forestal, mientras que el otro sufrió un golpe en un accidente de la motobomba.

Mientras los fuegos han dado una tregua a las provincias más castigadas en el presente verano, Pontevedra y A Coruña, el foco declarado ayer cerca de las tres y media de la tarde en Cualedro, en concreto en los montes de San Millao, lleva ya consumidas cerca de 500 hectáreas y penetra ahora en el ayuntamiento vecino de Oímbra. Se convierte, de esta manera, en un solo día, en uno de los grandes incendios forestales del verano. Según informa la Consellería de Medio Rural, los medios de extinción (dos técnicos, siete agentes, 26 brigadas, 12 motobombas, tres palas, siete helicópteros y cinco aviones) se concentran ahora en esta zona para evitar una desgracia de la magnitud de 2015, cuando el fuego en Cualedro llegó a amenazar 22 núcleos habitados. Además, a estas horas permanece activo otro fuego en Vilardevós (Ourense) y, tal y como indica la Xunta, se ha podido controlar el que se ha declarado hoy en Negueira de Muñiz (Lugo), que ronda las 60 hectáreas.

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