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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

España, Cataluña y la resolución del 28 de julio

¿En qué situación quedamos los catalanes que queremos continuar bajo la tutela de la Constitución y las leyes aprobadas, Estatuto de Autonomía incluido?

Cuando escucho lo que escucho sobre la política española y catalana no sé si se me ha nublado la mente o si tratan de confundirme.

Rajoy y el PP nos dicen que los responsables de que estemos sin gobierno son Ciudadanos y el PSOE, mientras ellos, que quieren formar gobierno, no hacen nada. He escuchado pocas voces que digan que es Rajoy, haciendo propuestas, quien debe conseguir los apoyos necesarios. Y si no los consigue, el propio PP debe buscar un candidato alternativo que los consiga.

Los del Partit Demòcrata Català (PDC) y de ERC nos dicen que están por la desconexión, que no les interesa la política española mientras con sus votos aseguran una mesa controlada por sus “enemigos” del PP y Ciudadanos desoyendo los inocentes cánticos de los catalanes ligados a Podemos. El PDC además espera tener grupo parlamentario propio y cobrar el dinero correspondiente, cuando ya no tienen interés por la política española, están por la desconexión aprobada en el Parlamento de Cataluña. ¿Cómo entender este galimatías? En mi opinión los del PDC juegan todas las cartas sin el menor reparo ético-político, juegan el único juego que han jugado durante tantos años de dominio de la política catalana: ser un lobby en Madrid que defiende los intereses de la burguesía barcelonesa, su base tradicional. La incógnita está en si en este momento fundacional del “nuevo” partido están dispuestos a continuar igual, que papel juega su “independentismo”?

Lo de ERC es otro cantar. Dicen que en el Parlamento español se abstienen porque el tema no les va, pero añaden que ya les gusta que mande el PP. Cada vez que hablan tenemos más independentistas. Es decir, se apuntan a la tesis de que el objetivo justifica los medios. Y así dejan configurar una mesa del congreso contraria a los intereses de Cataluña (según el léxico del PDC y ERC) y añado “a los de los españoles” porque el control de la mesa por la derecha no va a ayudar a resolver los problemas que tienen el país. Postulando la entelequia de que seremos independientes no les importa para nada que les ocurre a los españoles. Su praxis no casa con su teoría de que ellos están en contra del estado español pero no de los españoles.

Y toca hablar de la declaración del 28 de julio del Parlament de Cataluña. Hay tradición de documentos aprobados sin que se sepa qué grado de fiabilidad poseen. Tenemos el precedente parlamentario del texto aprobado el 29 de noviembre pasado por el que también desconectábamos, un texto, como el de ahora, impuesto por la CUP para entrar a negociar. Tras votarlo, Artur Mas fue defenestrado, el acuerdo suspendido por el Constitucional y hoy por hoy, los mismos que lo aprobaron, no saben decir con certeza en que ha quedado. Ahora la CUP ha exigido un nuevo documento y Junts pel Si lo ha aprobado. ¿Pero qué va a ocurrir ahora? Déjenme hacer sólo algunas reflexiones sobre las consecuencias de la resolución aprobada.

Déjenme decir primero que los que nos proponen desobedecer, cortar con la legalidad votada por los Catalanes y los españoles, han pedido votación secreta. ¿Por qué? Lo ha definido perfectamente Miquel Iceta: quieren desobedecer sin desobedientes. ¿Cómo puede ser secreto el voto de una resolución trascendente? Y voy a lo más importante. La resolución coloca a todos los catalanes en una situación, como mínimo, incómoda. Yo voté como la mayoría de los catalanes, la Constitución y, a través de los representantes elegidos, todo el entramado jurídico en el que se basa nuestra vida colectiva. ¿La resolución me obliga a renegar de todo aquello que voté o continuo fiel a mis votos anteriores? ¿Tengo obligación de acatar lo que ha aprobado el Parlament? No se trata de un puro acto formal, se trata de que el Parlament de Cataluña acaba de aprobar la desaparición de la legalidad que emana de la Constitución para situarnos en un vacío sin reglas claras. ¿En qué situación quedamos los catalanes que queremos continuar bajo la tutela de la Constitución y las leyes aprobadas, Estatuto de Autonomía incluido? Espero que no nos negarán el derecho a seguir defendiendo la legalidad española y la legalidad estatutaria. Sinceramente si este es el camino para llegar a la Icaria ideal, que no cuenten conmigo.

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Francesc Esteva es profesor emérito del CSIC, fundador del PSC y de Federalistas d’Esquerres.

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