Este teatro es una (antigua) mina
El festival del Puerto de la Cruz Verde programa obras clásicas en una galería restaurada en la sierra
¿Cómo ha llegado una mina de magnesita abandonada en la sierra madrileña a convertirse en un escenario para 200 personas que programa obras clásicas? José María Ontoria compró este espacio en 2008 y soñó en convertirlo en un teatro. Un año después, arrancó la primera edición del festival de teatro y música La antigua mina, que transforma con su magia el que fuera un duro lugar de trabajo —la galería del Puerto de la Cruz Verde— en un escenario para el deleite.
“En la mina llegaron a trabajar más de cien personas, sobre todo en los cuarenta y cincuenta, pero quedó abandonada en los setenta. Cuando la adquirí, solo quedaban en pie algunos edificios y casas de mineros”, explica Ontoria, director de un festival que este verano cumple su octava edición. Hoy, la antigua casa del guarda sirve como camerino, y la que fuera sala de máquinas se ha convertido en el escenario principal, hecho de majestuosa piedra. Hay espacio para la orquesta y asientos para el público. Además, han rehabilitado los pasadizos traseros por los que caminaban los mineros, y ahora son pasajes para que los actores puedan moverse entre bambalinas sin ser vistos.
“Las labores de rehabilitación continúan: un año arreglamos una casa, otro un almacén, el siguiente las gradas”, dice. El espacio cuenta con un graderío cubierto fabricado con hierro de estilo antiguo y cubierto por una cúpula. “Mejoramos las instalaciones anualmente. Si se cae un muro, lo reconstruimos igual”, señala Ontoria.
Otra de las ideas del director del festival es mantener viva la memoria de la mina. Para ello, han fabricado vagonetas siguiendo los planos originales del lugar y están expuestas en la pendiente por la que los mineros subían las vagonetas originales. “Casi todos los visitantes se hacen fotos con ellas”, bromea.
Quienes acudan aquí para ver una obra de teatro o un concierto de música pueden también visitar algunas de las casas de los mineros, así como el acceso a la mina, donde no se puede entrar por motivos de seguridad.
El teatro se encuentra en el Puerto de la Cruz Verde, un lugar situado al lado de Zarzalejo, a poca distancia de San Lorenzo de El Escorial y a unos 60 kilómetros de la capital. “Ver aquí una obra clásica es único: rodeado de montañas, con un escenario de piedra en lo alto de una colina... Por la noche refresca y se está muy bien”, dice Ontoria.
Esta noche, Shakespeare
El festival cierra su octava edición este fin de semana. Esta noche ofrece la comedia El sueño de una noche de verano, de William Shakespeare; mañana acoge un concierto de tonadillas con seis músicos y dos cantantes, mientras que el domingo se podrá ver Miles Gloriosus, de Plauto. Todos los espectáculos arrancan a las 10 de la noche y cuestan 15 euros.
El sueño de un niño de San Lorenzo
José María Ontoria, director del festival, nació en San Lorenzo de El Escorial. De pequeño, su padre —herrero— lo llevaba a visitar los pueblos cercanos los fines de semana. La mina abandonada del Puerto de la Cruz Verde llamó su atención. “Me daba miedo”, dice.
Veinte años más tarde, Ontoria volvió al lugar y vio que estaba en venta. "Ya no me daba miedo y, además, me pareció un lugar precioso en lo alto de una colina", cuenta. Así que decidió comprarlo en 2008 y comenzó a rehabilitarlo poco a poco, con su esfuerzo. En 2009, tan solo un año después, se inauguró el teatro con una representación de Otelo, de Shakespeare.
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