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Cantos de amor y sexo con alma barroca

Raquel Andueza muestra en Torroella el encanto de la música española del siglo XVII

La soprano Raquel Andueza durante su concierto en Torroella.
La soprano Raquel Andueza durante su concierto en Torroella.Martí Artalejo

Si algo queda claro tras asistir un concierto de la soprano navarra Raquel Andueza y su grupo La Galanía es que el barroco español tiene sus propias señas de identidad. Y mucho encanto. Lo demostraron el martes, en un concierto del festival de Torroella de Montgrí en el que recrearon las esencias populares que respiran las danzas y canciones profanas del siglo XVII con textos en castellano y temática amorosa. El programa incluía el estreno en tiempos modernos de piezas picantes que glosaban el descaro de villanos y truhanes del Siglo de Oro.

Uno de esos rescates es la Jácara de la trena, recuperación histórica del musicólogo Álvaro Torrente que cerró un programa bien articulado, sin descanso, y aderezado por Andueza con ilustrativas presentaciones; se trata de una pieza reconstruida sobre un texto de Francisco de Quevedo con el sabor popular de la jácara, uno de los típicos bailes cantados en español que calaron en el público que llenaba las ventas y tabernas del Madrid del siglo XVII.

Música vigorosa, ágil, al servicio de textos que irritaban, y por ello fueron prohibidos, a una Iglesia que no toleraba descripciones de las andanzas sexuales de truhanes y gañanes; hoy en día siguen sorprendiendo por su descaro, pero también por la frescura popular que saben otorgarle Andueza y su grupo, integrado por el violinista Alessandro Tampieri, el percusionista David Mayoral, el arpista Manuel Vilas, el guitarrista Pierre Pitzl y el tiorbista Jesús Fernández Baena.

De hecho, la jácara y otras dos piezas del mismo patrón, Seguidillas de la venta y Zarabanda del catálogo, sobre textos anónimos, fueron la guinda de una velada muy especial, elaborada al hilo de uno de los proyectos de más éxito de La Galanía y su voz solista, Yo soy la locura 2, fruto de su pasión en el rescate y difusión del barroco español, un rico y sorprendente legado musical injustamente olvidado.

Las piezas instrumentales de compositores de tanto talento como Santiago de Murcia, Lucas Ruiz de Ribayar y Gaspar Sanz, y algunas canciones tan maravillosas como Crédito es mi tesoro, de la comedia pastoral Pico y Canente, del gran Juan Hidalgo, fueron puntos álgidos de la velada; Andueza dice estas canciones con incisividad y vigor en el recitar cantado, con un acompañamiento sutil que pone el acento en los matices suaves y el juego rítmico.

Un aria de la comedia-ballet El burgués gentilhombre, de Lully, Sé que me muero de amor, fue la sorpresa final de una velada que llenó el Auditori Espai Ter y acabó entre grandes aplausos. Tras su actuación en Torroella, el dúo formado por Andueza y Jesús Fernández Baena ofrecerá tres recitales del 12 al 14 de agosto en Estamariu, Surí (Sort) y Ordino (Andorra), en el Festival de Música Antigua dels Pirineus.

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