La juez deja libres a los manteros del mayor almacén de Barcelona
El argumento utilizado es el arraigo de los vendedores ilegales, que llevaban diez días en prisión
La juez del Juzgado de Instrucción número 10 de Barcelona dejó ayer en libertad con cargos a los cuatro manteros acusados de gestionar uno de los mayores almacenes de top manta situado en un piso de la calle Calàbria de la capital catalana. Los vendedores ilegales —uno de ellos es el portavoz del sindicato mantero, Lamine Sarr, y el resto son los hermanos Seye— llevaban diez días en prisión y la juez justificó ayer la decisión de dejarlos en libertad con cargos al considerar que habían acreditado su arraigo en España, lo que minimizaba el riesgo de fuga.
El pasado 28 de julio, los Mossos d’Esquadra registraron la vivienda de los vendedores ilegales y arrestaron a siete manteros que dormían rodeados de ropas y artículos preparados para la venta. Habían pasado muy pocos días desde la detención, por parte de la Guardia Urbana, de Issa Seye, otro de los vendedores que vivían en el mismo piso. Issa ingresó en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) tras ser detenido por la Policía municipal de Barcelona.
Ahora, los agentes de la policía autonómica acusaban a Sarr y al resto de manteros de actuar como un grupo mafioso capaz de enfrentarse a los vendedores ilegales en una especie de guerra de zonas. Los investigadores les acusan de vender ilegalmente, suministrar material a otros vendedores e incluso blanquear dinero mientras vivían en un piso patera rodeados de ropas y mercancías.
El 30 de julio pasaron a disposición judicial. Cuatro de ellos acabaron en prisión provisional. Ayer la juez les dejó en libertad con la obligación de comparecer en el juzgado dos veces por semana.
