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Ecuador baila en San Blas

Los vecinos del país americano celebran su día nacional con una feria gastronómica solidaria

Feria gastronómica solidaria celebrada ayer con motivo del día de Ecuador en San Blas.
Feria gastronómica solidaria celebrada ayer con motivo del día de Ecuador en San Blas. SAMUEL SÁNCHEZ

Suena una marimba esmeraldeña en el Parque del Paraíso. Un grupo de niñas se preparan para mover las caderas con los colores de la bandera del país de sus padres. La capital es la ciudad española con más población procedente de Ecuador: casi 62.000 personas, según cifras del consulado, viven en Madrid. Ayer celebraban su día nacional con un evento gastronómico que esperaba seis mil asistentes. Todo lo recaudado irá a la reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto que sufrió el país latinoamericano en abril.

“Madrid es una ciudad intercultural maravillosa”, relataba bajo un sombrero de paja azul la cónsul de Ecuador, Lorena Escudero. “Ecuador está en Usera, Carabanchel, Tetuán, Moratalaz, Vallecas y otros muchos barrios… Pero hoy está en San Blas. España fue de enorme ayuda tras el seísmo y pretendemos que nuestra cultura y gastronomía sirvan para dar las gracias”.

Cerca de 200 voluntarios prepararon la fiesta. Se vendía comida tradicional a cinco euros y refrescos y helados a dos. Luego las familias pasaron la sobremesa bajo árboles llenos de banderolas de colores y bailaron con los pies descalzos al ritmo de la música tradicional en el auditorio.

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En la misma barra donde se proporcionaba información de la reconstrucción tras el terremoto, se vendía colada de avena, zumo de aloe vera y fresa. Los mismos que se arremangaban ayer para tirar cañas han recaudado 22.000 euros desde Ayuda a Ecuador en los últimos meses y siguen sirviendo platos para ayudar a su país. Entre ellos está Eder Quesada: “La comida atrae a todas las culturas. Es una forma estupenda de conseguir donativos”, apunta confiado.

Unas casetas más allá, justo detrás del merendero, un grupo de jóvenes se afanaban en explicar a los asistentes que hace dos meses fundaron Mantaya (sabio, en quechua) para acercar el arte a los jóvenes a través de visitas guiadas a museos, y propuestas de cine y teatro.

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Hasta diez mil platos tuvieron a su disposición los comensales que hicieron cola para degustar las especialidades de las cuatro regiones del país: las Islas Galápagos, los Andes, la Amazonía y la costa. Había hornado —similar al cochinillo—, recetas con maíz, yuca y mucha patata. “Nuestra comida no es tan distinta; y nosotros nos parecemos, somos culturas de brazos abiertos”, apuntaba Vladimir Paspuel, que lleva 20 años trabajando en España para ayudar a sus compatriotas desde la asociación Rumiñahui. “Hoy celebramos el grito de independencia, pero ahora, desde Madrid, lo que hacemos es un homenaje a las víctimas del terremoto, es otro grito distinto”.

La celebración echó el cierre con la música del compositor dominicano Juan Luis Guerra, pero durante el día, el sol y los grupos más jóvenes calentaron el auditorio del parque con ritmos andinos. “La música me llena el corazón de alegría y luz, pero también me produce gran tristeza”, confesaba Alicia, una treintañera de ojos grandes y brillantes que aterrizó hace 18 años en España y que vive en San Blas. “Este día es un reencuentro con los amigos, que cuando eres emigrante son tus raíces. Mi barrio hoy es Ecuador, ¿sabes lo bonito que es eso?”.

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