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Demolido el cine que llevó a las estrellas de Hollywood a Getafe

La sala Palacio, inaugurada en 1935, fue derribado al finales de julio por su deterioro

Solar en la calle Ramon y Cajal en Getafe donde estaba el antiguo cine Palacio de Getafe.
Solar en la calle Ramon y Cajal en Getafe donde estaba el antiguo cine Palacio de Getafe.SAMUEL SÁNCHEZ

Madrid perdió a finales de julio un trozo de su historia cinematográfica. El antiguo cine Palacio de Getafe, inaugurado en 1935 en el número 5 de la calle Ramón y Cajal fue demolido después de permanecer más de dos décadas cerrado. El edificio, de estilo racionalista, fue la primera gran pantalla de Getafe y cerró a finales de los ochenta, con la llegada de los multicines. Su propietario, el exfutbolista Alfonso Pérez, asegura que se estaba derrumbando por dentro. De momento no contempla ningún proyecto para el terreno.

A mediados de los años treinta se presentó ante la comisión de policía urbana un proyecto que se convertiría en el primer cine de Getafe. Aunque hasta entonces se hacían algunas proyecciones en antiguos almacenes y salones de baile, no había en el pueblo un local dedicado en exclusiva al séptimo arte. La parcela, situada en las afueras de la villa, era propiedad de dos hermanas: Felisa y Tomasa Palacio San Clemente.

El proyecto fue obra del arquitecto Antonio Sala y del aparejador Antonio Galeote Lázaro. Diseñaron un edificio que no tenía nada que envidiar a las nuevas salas de proyecciones de la capital. David Miguel Sánchez Fernández ha escrito en el blog Cines de Madrid: “Utilizando el más refinado estilo racionalista muy en boga en ese momento, se levantó una amplia nave que sería decorada con exquisito gusto. Los constructores Julio y Juan Galeote realizaron la obra en fábrica de ladrillo, y estructura de hierro cubierto por un amplio tejado a dos aguas”.

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El cine abrió sus puertas con el nombre de Palacio, apellido de sus propietarias. Contaba con 750 butacas y comenzó programando cintas de segundo reestreno que llegaban de la capital. En los años sesenta fue reformado y se eliminó por completo su decoración racionalista interior. Se siguieron programando películas en sesión continua hasta finales de los ochenta, cuando echó el cierre. En la siguiente década, tras varios asaltos y okupaciones, el edificio fue tapiado.

Memoria de la localidad

Por el cine Palacio varias generaciones de getafenses han visto pasar a las grandes estrellas de Hollywood. Tras más de dos décadas de inactividad, el exfutbolista Alfonso Pérez tomó la decisión de demolerlo debido al deterioro del edificio, que se estaba derrumbando por dentro. Pérez reconoce “nostalgia” porque él mismo iba a ese cine cuando era pequeño. Sin embargo, en los últimos años “apenas se le daba uso como almacén”, explica.

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El cine Palacio años a principios de los 90.
El cine Palacio años a principios de los 90.

Pérez compró el edificio como inversión, pero nunca proyectó hacer algo concreto con él debido a “la falta de tiempo” y a sus estancias fuera de España. Cuenta que nunca se planteó rehabilitarlo, ya que siempre ha estado en muy mal estado por dentro. Solo hace unos años tuvieron que retirar la visera exterior, que corría riesgo de desprenderse. Pero está claro que “algo hay que hacer” con esa parcela, concluye.

En noviembre de 2014, la asociación Murialdo, dedicada a proyectos educativos y sociales de Getafe, confeccionó una gran sonrisa formada por 3.700 CD usados para cubrir la fachada del cine, en un intento de recuperarla. En la iniciativa participaron 62 niños y fue inaugurada por el entonces alcalde, Juan Soler (PP). Fue el último proyecto para el inmueble.

Margarita Herreros, vecina de Getafe, observa con tristeza el solar. “Es una pena, era un edificio muy representativo de la ciudad”, comenta. A Herreros le gustaría que ahora se levantara allí un edifico municipal con fines sociales o un centro cultural. “Espero que no pongan más ladrillo”, concluye. María Fernández, otra vecina, afirma que, pese a que el inmueble es de un particular, en cuestiones tan importantes como el futuro del cine deberían pedir más la opinión de los ciudadanos y no “hacer y deshacer a su antojo”.

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