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La Casa de Campo carece de un censo oficial de animales

En el parque crían rapaces como el azor o el milano negro

Esther Sánchez

Zorros, rapaces, búhos reales, conejos o culebras bastardas son algunos de los habitantes de la Casa de Campo. Los encargados del cuidado del parque conocen sus guaridas, pero no existe un censo oficial de qué especies y en qué cantidades viven en sus 1.700 hectáreas. El Ayuntamiento de Madrid asegura que esta carencia se solucionará con el Plan de Zonas Verdes, que se adjudicará en dos meses.

En septiembre de 2012 se grabó por primera vez una camada de zorros en el Encinar de San Pedro, un área de la Casa de Campo de gran valor ecológico y con acceso restringido. La sorpresa fue mayúscula, nadie esperaba que se pudieran afincar en el parque madrileño. Ahora se supone que la población ha crecido hasta unos 10 ejemplares. Pero son elucubraciones, porque no existe un estudio oficial riguroso que certifique qué animales viven en el parque madrileño. La flora se encuentra igual de desatendida.

El equipo que cuida del lugar realiza un seguimiento de las especies principales: conejo, perdiz, zorro o aves rapaces, pero sus datos no se recopilan y se encuentran desperdigados. También existe una guía de aves —que constituyen la población más numerosa del parque— realizada en 2003, a la espera de actualización. Igual que una relación de mariposas, de la misma época.

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Fuentes del Ayuntamiento indican que este se encuentra en proceso de licitación del Plan Estratégico de Zonas Verdes, Arbolado y Biodiversidad, que incorporará un estudio sobre la fauna en los jardines de Madrid. A falta de datos oficiales, la página lacasadecampo.net indica que se “han citado 13 especies de vertebrados”. La lista está encabezada por las aves, seguidas de los mamíferos. En menor número hay reptiles, anfibios y peces.

Entre los habitantes del parque se encuentra la culebra bastarda, la más grande de España, que puede llegar a alcanzar los dos metros de longitud. Aunque es venenosa, no es peligrosa para el hombre al tener los dientes inoculadores en la parte posterior de la boca. “Es muy beneficiosa porque se atreve con conejos pequeños y con las ratas grandes, que no gustan ni a los búhos”, explican fuentes del parque.

Rapaces afincadas

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Desde hace unos 10 años se ha producido un incremento del número de rapaces, que incluso han comenzado a criar dentro del recinto. “El cierre de la Casa de Campo fue muy beneficioso en este sentido”. Es habitual observar sobrevolando el pulmón de Madrid al ratonero, al azor o al milano negro, y ocasionalmente al águila calzada. Llegan atraídos por la abundancia de conejos.

Más sorprendente es la presencia del martín pescador, que ha sido detectado en alguna ocasión. Encontrarlo en ríos y hábitats acuáticos es normal, pero no allí donde el agua está contaminada, y los arroyos de la Casa de Campo no son un ejemplo de aguas cristalinas.

Hace unos días se detectó una piara de jabalíes de entre seis y siete ejemplares. Las zonas de entrada para este tipo de animales son escasas. Pueden llegar desde el Club de Campo, por un hueco que comunica con el parque por el arroyo Antequina. Es la misma zona en la que apareció un zorro atropellado en mayo pasado. Los jabalíes han tenido que atravesar la carretera de A Coruña, “porque proceden de El Pardo”, explica uno de los técnicos del recinto.

Son animales que han llegado de una forma natural a la Casa de Campo y que han adaptado sus costumbres a un entorno repleto de visitantes. Se retiran a los lugares con menos afluencia de público y, en el caso de los zorros, se hacen más nocturnos.

A las especies invasoras les gusta el parque

La cotorra argentina, especie exótica, hace tiempo que descubrió el parque. Sus impresionantes nidos se extienden por las zonas sur y este del recinto, en el vivero, el Lago y hacia el Parque de Atracciones. Son las que más quejas provocan, sobre todo por el ruido. Hace unos meses se descubrió el visón americano —una de las especies exóticas más dañinas de Europa— a las puertas de la Casa de Campo. “Seguramente ya ha entrado”, comentan fuentes del parque.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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