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Carme Forcadell: “No preveo que haya inhabilitaciones”

Inés Arrimadas, jefa de la oposición, responsabiliza la presidenta del Parlament del choque con el Tribunal Constitucional

Dani Cordero
Carme Forca dell, presidenta del Parlament .
Carme Forca dell, presidenta del Parlament .Albert Garcia

El Parlament cerró ayer su último pleno antes de las vacaciones con la resaca de la votación que avaló el miércoles la vía unilateral de independencia y, sobre todo, con los ojos puestos en el Tribunal Constitucional. Todos los grupos esperaban una respuesta del tribunal después de las alertas previas dirigidas sobre los miembros de la mesa si se incluían las conclusiones de la comisión del proceso constituyente. La presidenta de la Cámara, Carme Forcadell, principal responsable, se arriesga a ser inhabilitada. Ayer negó la existencia de motivos para que eso suceda.

“No contemplo inhabilitaciones por una cosa tan clara como es cumplir el reglamento del Parlament”, dijo Forcadell, consciente de la intención del Gobierno en funciones de aprobar hoy la presentación de un incidente de ejecución ante el Tribunal Constitucional. La presidenta reivindicó de nuevo la soberanía del pleno parlamentario y aseguró que el debate y la votación se tenían que celebrar si así lo demandaban dos grupos, como así hicieron Junts pel Sí y la CUP.

Homs desliga tener grupo propio del soberanismo

El portavoz del Partit Demòcrata Català (Convergència) en el Congreso, Francesc Homs, demandó ayer desvincular la votación independentista del miércoles en el Parlament de la posibilidad de que su partido pueda formar grupo propio en el Congreso. Esa opción se daba ya por asegurada, pero la mesa de la Cámara baja decidió paralizar la decisión hasta la semana próxima, a la espera de que la formación soberanista aportara más argumentos para conseguirlo. Homs pidió separar los dos ámbitos “porque mezclaríamos razonamientos jurídicos y técnicos con consideraciones políticas”. El Partit Demòcrata considera que pese a que no obtuvo un 15% de los votos en las cuatro circunscripciones en las que se presentó en las elecciones legislativas del pasado 26 de junio, sí logra ese porcentaje si se aplica una media aritmética a sus resultados en Barcelona, Tarragona, Girona y Lleida.

En una entrevista en TVE, Homs, que negó la posibilidad de que el Tribunal Constitucional pueda imponer sanciones a miembros del Parlamento catalán por la votación de las conclusiones de la comisión del proceso constituyente, reiteró que él preferiría que el Gobierno catalán no dependiera de la CUP, pero asumió que esa alianza es el resultado de las elecciones autonómicas del pasado 27 de septiembre. La continuidad de ese pacto de gobernabilidad se conocerá el próximo 28 de septiembre, durante la cuestión de confianza a la que se someterá el presidente catalán, Carles Puigdemont.

Pese a que así consta en el reglamento, durante el debate la advertencia previa del Tribunal Constitucional fue recordada en dos ocasiones a los presidentes de los dos grupos parlamentarios e incluso tres miembros de la mesa solicitaron repensar la petición. Uno de ellos fue José María Espejo, vicepresidente del Parlamento por Ciudadanos, quien ayer aseguró ante los medios de comunicación que la decisión debería tener “consecuencias” para evitar que “la ley se quede en papel mojado”.

Si las conclusiones dividieron al hemiciclo un día antes, esa fractura se mantuvo ayer en la interpretación de las consecuencias, según fuera el color político. La presidenta del grupo de Ciudadanos, Inés Arrimadas, fue una de las personas que vertieron toda la responsabilidad de lo ocurrido sobre Forcadell, al considerar que ella era quien tenía en su mano evitar la votación del procedimiento del proceso constituyente. La consejera de Gobernación, Meritxell Borràs, apuntó: “No entendería que fuera democrático sancionar a aquellos que democráticamente han votado un trabajo hecho en esta Cámara”.

La tensión y la fractura entre grupos de la jornada anterior tuvo ayer algunas réplicas, especialmente cuando el PP presentó una moción en la que se quería manifestar “el compromiso y pleno respeto con el ordenamiento jurídico y el Estado de derecho”, además de pedir ajustarse al marco constitucional y estatutario.

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El texto no prosperó pese a que, además del PP, lo apoyaron Ciudadanos y el PSC. Catalunya. Sí que es Pot se unió al bloque independentista que el miércoles aprobó la vía unilateral, lo que permitió sumar 82 votos en contra del articulado. El diputado popular Santi Rodríguez presentó el texto afirmando que “una moción tan elemental en condiciones normales no sería planteable”. Carlos Carrizosa, portavoz de Ciudadanos, equiparó a los soberanistas con el populismo que representan Donald Trump y Marine Le Pen.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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