Gordó tira la toalla y no opta a la dirección de la nueva CDC

Después de unas semanas de deshojar la margarita, el exconsejero de Justicia de la Generalitat Germà Gordó tiró ayer la toalla y renunció al intento de liderar la nueva ejecutiva del partido que servirá para refundar Convergència. La renuncia de Jordi Turull a convertirse en el número tres (coordinador general) y la apuesta del aparato por el tándem de los diputados del Parlament Marta Pascal y David Bonvehí, llevó a Gordó a no dar el pasao ante lo que hubiera sido una derrota sonada.

Para definir lo ocurrido con precisión hay que decir que Gordó presentó su candidatura pero “en el mismo momento de presentarla, presentó su renuncia”, dijeron fuentes del partido.

Finalmente, la militancia deberá escoger en primarias entre la candidatura liderada por Pascal y Bonvehí y la que encabeza Ignasi Planas, presidente de Reagrupament, una escisión de Esquerra y que cuenta con nulas posibilidades de lograr el apoyo los días 22 y 23 de julio en ese proceso interno.

El tándem de Artur Mas y Neus Munté no tendrá competidor para dirigir el partido, de manera que el primero será el presidente y la segunda, vicepresidenta, que también lo es de la Generalitat y que gana amplias cotas de poder con la designación. En ese juego de equilibrios internos las primarias deberán servir también para escoger al presidente del consejo nacional del partido. Los mejores situados son el consejero de Cultura, Santi Vila, y la presidenta de la Diputación de Barcelona y alcaldesa de Sant Cugat del Vallès, Mercè Conesa.