Peridis: “No hemos aprendido nada de la historia”

El polifacético José María Pérez González, Peridis (Cabezón de Liébana, Cantabria, 1941) para en Bilbao para presentar La maldición de la reina Leonor, una novela histórica que, ambientada en la Castilla del siglo XII, contiene, nos asegura, algunas de las claves de las últimas elecciones generales españolas, el Brexit o la idiosincrasia del pueblo vasco.

Pregunta: La protagonista de la novela es Leonor de Inglaterra, una extranjera que reinó España durante 50 años.

Respuesta: Imagínate que ahora tuviésemos que casar a la princesa de Asturias, otra Leonor, con un vikingo y mandarla para allá… ¡Vaya drama! Pero eso era normal en la Edad Media para establecer relaciones diplomáticas. Lo que pretendían los reyes de Inglaterra era entrar en Europa.

P: Lo contrario que ahora.

R: Sí, era una boda europea. Casar a una hija del norte con alguien que estaba en el meollo del conflicto Oriente-Occidente, que era Castilla. En esa época en que Leonor reina se repuebla toda la meseta del Duero, se hacen pueblecitos, crecen las ciudades, se construyen las catedrales del Románico, universidades… Y nos traen a los trovadores, el amor como concepto que llega al Quijote y también a las telenovelas.

P: Vamos, que la globalización tiene poco de nuevo…

R: Era una forma de extender el mundo que conocían. Lo que pasa es que en aquella época se hacía a base de matrimonios o de guerras. El matrimonio servía para parar la guerra. Mandaban a la hija de rehén con el enemigo, que diría Gila. O lo del Brexit, lo mismo que le pasó a Juan sin Tierra, que se quedó con Inglaterra pero perdió todo lo que tenía en el continente. Luego casó a una hija con un francés para recuperarlo.

P: Conclusión: qué poco hemos aprendido.

R: Poco no, nada. La mayor catástrofe que nos ha quedado de aquella época es la división de Portugal, entre reyes que eran familia. Vivir de espaldas estando al lado, con los ríos actuando como frontera… Un disparate. “Y la historia se repite: conflictos entre países, Inglaterra dentro y fuera de Europa, Alemania siempre con intenciones expansivas. Entonces Barbarroja quería llegar hasta Tierra Santa y ahora han hecho lo mismo con los países del Este.

P: ¿Qué papel tenía entonces el pueblo vasco?

R: En aquel momento el País Vasco estaba dividido entre Navarra y Castilla. Navarra no tenía posibilidad de expansión por abajo -porque no tenía contacto con los árabes- ni por encima -limitado por los franceses-. El que Sancho el Fuerte no tuviera descendencia hizo que todos quisieran repartirse este pequeño territorio: Bizkaia era de Castilla; Gipuzkoa, de Navarra; Araba, oscilando.

P: Pequeño pero codiciado.

R: Es que era fundamental porque era la conexión con el reino de Aquitania. El obstáculo que había para expandir Castilla por el norte o bien Francia e Inglaterra por el sur era Navarra.

P: Volviendo al presente, y tal y como está la política actual, menos mal que tenemos su otra faceta, la de humorista.

R: A mí me da la vida hacer cada día una tira cómica. Me viene gente y me dice: “Cómo está la situación”. ¡Pero a mí me viene muy bien para dibujar!

P: En su tira de hoy, 27J, en EL PAÍS, vuelve a aparecer Rajoy en posición horizontal.

R: Y va a seguir así, esperando que los acontecimientos le ayuden. De momento le ha ido bien. Ha dejado que se pudriera la situación, ha coincidido con el Brexit, la gente ha cogido miedo, el discurso sobre Podemos ha calado… y los votos que se le habían ido a Ciudadanos le han vuelto.

P: En un par de meses, ¿qué se ve pintando?

R: Unas terceras elecciones no. Veo al PSOE absteniéndose, liderando la oposición y poniendo constantemente condiciones al PP. Rajoy, tumbado, disfrutando del éxito conseguido. Es que a Rajoy desde hace doce años lo dibujo tumbado, desde el comienzo de la era Zapatero. Y le funciona, ¿eh? Va colando y colando.

P: ¿Y el dibujo de Euskadi?

R: Pues aquí la situación es bastante estable, veo concordia y acuerdo. Es la sociedad más tendente a pactar. Aquí hay diputaciones, ayuntamientos… El poder está muy repartido. Y hay una sociedad civil fuerte: peñas, asociaciones culturales, el equipo, tu pueblo, la familia, los amigos, etc. Eso falta en España.

P: ¿Quién sería el protagonista?

R: Sin duda, ¡el pueblo! Con txapela y raíces fuertes.