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Podemos elude la financiación para Cataluña que proponen sus aliados

El programa de En Comú Podem defiende Hacienda propia y el principio de ordinalidad

Pablo Iglesias (i) saluda a Xavier Domènech con un beso en un mitin en Barcelona.
Pablo Iglesias (i) saluda a Xavier Domènech con un beso en un mitin en Barcelona.France Press

Los programas de Podemos y sus aliados catalanes difieren en la concreción de cómo debe financiarse Cataluña. La confluencia auspiciada desde Barcelona amplía las demandas hasta una Hacienda propia de la que Podemos no habla, e introduce el principio de ordinalidad: Es decir, que la comunidad no pierda puestos a la hora de recibir recursos del Estado teniendo en cuenta el ranking de aportaciones a la caja común. Ambas candidaturas se consideran autónomas entre sí y por lo tanto presentan programas diferentes, pero ya en la pasada legislatura fallida tuvieron que compartir grupo parlamentario por el reglamento de la Cámara. PP, PSOE y Ciudadanos siguen oponiéndose a que las alianzas territoriales de Podemos tengan grupo propio, por lo que parece difícil que en esta legislatura puedan desarrollar sus programas por separado.

Tanto los textos presentados por Podemos y En Comú Podem como el anexo de la coalición con Izquierda Unida hablan de tres puntos básicos que deben regir un nuevo modelo de financiación autonómica: “equidad, justicia territorial y solidaridad interterritorial”. La diferencia viene a la hora de profundizar. El partido de Iglesias y su conjunción con IU no desarrollan los puntos, mientras que los catalanes sí. En el apartado de “justicia territorial” de En Comú Podem es donde se habla del principio de ordinalidad “para que Catalunya no vea alterada su posición en la ordenación de las comunidades autónomas en recursos per cápita homogéneos”, explica el documento.

Este principio de ordinalidad para repartir inversiones entre los territorios ha sido caballo de batalla de muchas formaciones y comunidades autónomas. Algunos líderes lo defienden en Cataluña, pero sus partidos formalmente lo ignoran en los programas. Es el caso por ejemplo del ministro del Interior en funciones y número uno del PP por Barcelona, Jorge Fernández Díaz, o Miquel Iceta, líder del PSC. En el PSOE, por ejemplo, hay líderes claramente en contra como la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.

Otra diferencia entre Podemos y sus aliados catalanes es la Hacienda. En Comú Podem defiende nítidamente que Cataluña pueda tener una propia, con el pleno desarrollo de la Agencia Tributaria de Cataluña. Siempre con el “respeto a la autonomía y la suficiencia financiera de las administraciones locales, de los acuerdos que se establezcan con el Estado y el espacio fiscal común que establezca la UE”. La propuesta de la confluencia apoyada por Ada Colau explica que de la recaudación de la hacienda catalana se deducirán las aportaciones al Estado para la financiación de competencias compartidas y las aportaciones a los mecanismos de cooperación y solidaridad estatales. Sobre todo esto Podemos no dice nada, en el mayor de los casos, alude a la reforma de la financiación en el marco de una “Hacienda federal” y en el anexo de acuerdo con Izquierda Unida, no se especifica.

¿Toros sí o no?

En cuanto a la tauromaquia, la confluencia catalana es de nuevo mucho más ambiciosa y lleva a su programa la abolición —aunque en Cataluña están prohibidas las corridas desde 2010—, mientras que Unidos Podemos se limita a oponerse “al uso de recursos públicos y subvenciones a actividades lúdicas, espectáculos, festejos o pruebas deportivas incompatibles con el bienestar animal”.

Según el texto del acuerdo programático la coalición defenderá eliminar de la declaración de Interés Turístico los espectáculos que maltraten animales. Por último, En Comú Podem desarrolla todo un apartado sobre cómo debe ser la presencia de Cataluña en el exterior, defendiendo las competencias que ya existen en muchas comunidades, pero con “un régimen específico al margen del resto de comunidades que permita a Cataluña participar directamente en el Consejo Europeo, el Consejo de la UE, el Parlamento comunitario la OSCE y la ONU”. Unidos Podemos, sin embargo, se limita a cambiar el Instituto Cervantes para que refleje la diversidad lingüística y la Marca España “para que, desde una perspectiva integradora, represente la diversidad y la plurinacionalidad”.

La lengua

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Sobre el uso del catalán, ambos plantean la idea de que se pueda estudiar en otros territorios del Estado —Podemos incorpora un programa de intercambio entre comunidades—, pero En Comú Podem, va más allá. Propone la oficialidad oral y escrita en el Congreso, en el Senado y el resto de instituciones, órganos y empresas estatales así como en Administración de Justicia. También plantea dar “cobertura estatal a las emisoras que dependen de los gobiernos autonómicos y que emiten en lenguas diferentes de la castellana”.

Un punto que Podemos y su confluencia valenciana omiten para no generar tensiones es el reconocimiento de “la unidad de la lengua catalana” que sí defiende En Comú Podem. Esto supone básicamente reconocer que el valenciano, el catalán y las lenguas habladas en las Baleares son el mismo idioma, algo que rechazan algunos sectores de esos territorios.

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