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Mas carga sobre Puigdemont la presión de los resultados

El expresidente afirma que el "liderazgo" del jefe del Ejecutivo quedará "debilitado" si el partido cosecha malos resultados

Dani Cordero
Artur Mas, junto a Francesc Homs en un acto electoral en Sabadell.
Artur Mas, junto a Francesc Homs en un acto electoral en Sabadell.Susanna Sáez (Efe)

El papel que pueda tener en los próximos meses Carles Puigdemont al frente de la presidencia de la Generalitat dependerá, en gran medida, de los resultados electorales que obtenga Convergència Democràtica el próximo domingo. Lo dijo ayer el presidente del partido, Artur Mas, durante un acto de campaña, en el que cargó toda la presión sobre su sucesor al afirmar que “si el resultado del domingo debilita al presidente de Cataluña, el liderazgo de este presidente queda debilitado y después no podremos pedirle según qué cosas”. La mayor parte de las encuestas publicadas hasta el momento vaticinan a CDC los peores resultados de su historia.

No es la primera vez que CDC remarca la importancia de las actuales elecciones para apuntalar la presidencia de Puigdemont. El propio Mas se había referido en otros actos de campaña, aunque nunca en clave de cuestionamiento del liderazgo del presidente, sino como una apelación a los votantes independentistas: el presidente es el mayor responsable de la hoja de ruta soberanista acordada por Convergència, Esquerra y la CUP y apoyada por entidades secesionistas como la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium. Fuentes de Presidencia negaron ayer que Mas quisiera someter, con esas palabras, a mayor presión a Puigdemont y destacaron la cordial relación existente entre ambos dirigentes.

Para el expresidente de la Generalitat, en los comicios se puede “reforzar” a Puigdemont o, todo lo contrario, dejar que quede más cuestionado su liderazgo. Su Gobierno, compartido con ERC, se ha quedado sin una mayoría suficiente en el Parlamento tras el plantón de la CUP en la tramitación de los Presupuestos y el presidente se someterá en septiembre a una cuestión de confianza en la que, en el mejor de los casos para CDC, salvará su cabeza y el Gobierno catalán. “Es a él a quien pediremos que en los momentos de verdad se la juegue”, destacó ayer Mas.

Presionada por el potencial robo de votos por todos los flancos, Convergència ha planteado una campaña en la que todos los partidos se han convertido en un rival a batir y en la que está intentando utilizar todo su arsenal político. Eso incluye tanto a Mas como a Puigdemont. No hay miting en que no participe uno de ellos o los dos.

El presidente de la formación es el encargado de lanzar los mensajes esenciales del partido mientras a la vez que es presentado como la víctima de una formación que lo está dando todo por salvar el proceso soberanista. Ha sido también él quien ha efectuado los ataques más fuertes contra la CUP, de la que fue víctima en enero pasado cuando tuvo que renunciar a la presidencia de la Generalitat para asegurar la investidura. Puigdemont juega el papel institucional y CDC intenta explotar la capacidad, según explican, de empatizar con los ciudadanos.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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