El Ballet Nacional empieza la huelga
El estreno de ‘Homenaje a Antonio Ruiz Soler’ se suspende por el paro de los bailarines
El estreno del espectáculo Homenaje a Antonio Ruiz Soler, del Ballet Nacional de España (BNE), previsto para la tarde de ayer, fue suspendido por la huelga convocada por los bailarines de la compañía, que reclaman que sus contratos sean indefinidos en lugar de temporales. Cuando los espectadores empezaron a llegar al Teatro de la Zarzuela, los trabajadores del mismo les impidieron la entrada. Enseguida, los bailarines salieron a dar explicaciones a los asistentes, que se habían arremolinado en la puerta con sus entradas en la mano. Según relata una de las presentes, los artistas se disculparon por haber tenido que llegar a suspender el estreno, que tanto esfuerzo les había costado preparar.
Asimismo, explicaron que habían estado negociando con el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) hasta el último momento para intentar llegar a un acuerdo y, además, porque estaba en discusión si el Comité de Huelga del BNE había comunicado en tiempo y forma los paros, convocados para el 18, 19, 25 y 26 de junio, y el 2 y 3 de julio. Al final, pese a que algunos asistentes increparon a los bailarines, hubo un gran aplauso generalizado para apoyarles, según una de las personas presentes.
El INAEM rechaza las pretensiones de los artistas y asegura que la “única” vía para contratar personal indefinido en la Administración General del Estado es a través de la Oferta de Empleo Público, “previa prueba de acceso”, y que los bailarines pretenden alcanzar esa condición “sin pasar por convocatoria pública ni prueba de acceso previa”.
Los miembros del ballet insisten, por su parte, en que su situación es de claro fraude de ley, pues muchos llevan 14 años con un contrato temporal que se renueva cada mes de septiembre. De hecho, algunos bailarines han denunciado su situación en los tribunales y han ganado, por lo que el INAEM les propuso recientemente pasar a contratos de tres años. Pero los huelguistas no lo aceptan; quieren contratos indefinidos que les den derecho a prestaciones sociales.
