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Músicos con suerte

El grupo estadounidense Animal Collective, presenta este martes su último disco en Joy Eslava

XAVI TORRENT (WIREIMAGE)

Noah Lennox está encantado de la vida. Con 37 años, el músico de Baltimore habita ese equilibrio por el que suspirarían muchos compañeros de profesión: pertenece a Animal Collective, grupo que derrite a la crítica con cada disco; colma sus inquietudes artísticas con su proyecto en solitario, Panda Bear; gana de sobra para dedicarse a lo suyo, pero lleva una vida aceptablemente anónima en Lisboa, donde vive con su mujer e hijos. Hoy toca con su grupo en la sala Joy Eslava, dentro del festival Sound Isidro.

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“Me siento un músico afortunado, no lo voy a negar. Cuando alguien se dedica a esto, suele tener dos opciones: o no llega, o se pasa. En el primer caso está condenado a compaginar su labor artística con otros trabajos para poder vivir, y en el segundo se convierte en una estrella, lo reconocen por la calle y su vida es un infierno donde no hay apenas intimidad. Yo estoy justo en el punto medio”, dice al teléfono desde su casa lisboeta.

Animal Collective han estrenado Painting with, el décimo álbum en 16 años de vaivenes estilísticos, todos acertados: pasaron de las composiciones más convencionales y guitarreras de sus primeros trabajos a los sonidos sintéticos y abstraídos de canciones con duraciones imposibles. Ahora vuelven a la urgencia de sus inicios, con temas más cortos y digeribles, aunque sería un error decir que han dejado de experimentar. “Hemos probado nuevos instrumentos y efectos y, sobre todo, hemos compuesto canciones para que las canten dos voces con la misma importancia, no una principal con coros”, explica Lennox, “por eso es tan innovador como los anteriores, aunque ahora las canciones sean más directas y no se vayan por las ramas”.

Para escribir Painting with, igual que trabajos anteriores, han tenido que tirar mucho de Skype y redes sociales; cada uno vive en una punta del mundo. “Nos mandamos por correo electrónico las partes que vamos componiendo y el otro las completa. Puede parecer un caos, pero te aseguro que era más caótico cuando nos encerrábamos todos juntos en el local de ensayo”.

"Cualquier sonido suena bien"

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Se juntaron a grabar el año pasado en los estudios East West de Los Ángeles, por donde han pasado artistas tan dispares como Marvin Gaye, Frank Sinatra, Beach Boys o Red Hot Chili Peppers. “Están construidos de forma que casi cualquier sonido suena bien”, dice Lennox. Hablando de mitos: para este disco han contado con la colaboración de John Cale, miembro fundador de The Velvet Undergound. “Fue casi por casualidad. Queríamos un sonido de viola para una de las canciones del disco. Probamos suerte, y desde el principio se entregó al 100%”.

Hoy en día, los miembros del grupo se juntan para grabar o ir de gira. El resto del tiempo, pueden pasar hasta dos años sin verse. “Eso tiene sus pros y contras cuando vamos a pasar tiempo compartiendo aviones y hoteles”, reconoce Lennox. “La parte buena es que nos cogemos con ganas porque nos echamos de menos, y eso hace que todo fluya; la mala, que ya no tocamos juntos todas las semanas, como al principio, así que nos cuesta un tiempo volver a engrasarnos y recuperar esa compenetración. Nos gustaría vernos más, pero cada uno tiene su vida y sus proyectos”.

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