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Jaume Reus seguirá al frente del Arts Santa Mònica

Cultura descarta emplazar el Centro Nacional de Fotografía en el espacio de la Rambla

Jaume Reus continuará al frente del Arts Santa Mònica de Barcelona durante dos años más, hasta completar un ciclo de cuatro, tal y como se acordó cuando ganó el concurso para dirigir el centro. Su primera acción tras haber sido reconfirmado por el consejero de Cultura Santi Vila, ha sido pedir y obtener poder exhibir en Santa Mònica las muestras que representan Cataluña en las bienales de Arte y de Arquitectura de Venecia. Hasta ahora, pese a ser financiadas por la Generalitat y producidas por el Institut Ramon Llull, embajador de la política cultural catalana en el extranjero, las muestras del pabellón catalán se presentaban en centros del Ayuntamiento, como la fábrica Fabra i Coats o el Palau de la Virreina. “La primera será Aftermathde Jaume Prat, Jelena Prokopljevic e Isaki Lacuesta, actualmente en Venecia, que se expondrá a partir de enero en Santa Mònica, permitiéndome integrar una reflexión post bienal a través de diversas actividades”, explica Reus, que con motivo del Congreso de Arquitectura, que se celebrará en Barcelona a finales de noviembre, programará una ópera de bolsillo sobre la gentrificación en Barcelona.

“Hay formas más sensuales y narrativas de exhibir la arquitectura, a menudo solo hay que salir del formato tradicional”, asegura Reus, que dedicará el bloque expositivo del verano a la imagen con un ensayo visual sobre la figura de José Maria Nunes como cineasta y pensador, una muestra sobre la vertiente artística del músico Fermín Muguruza y una propuesta de Chus Martínez que materializará el Libro de las Maravillas de Ramon Llull. La temporada se cerrará con un bloque sobre la violencia que contará con una aproximación internacional y otra local. “Trabajaremos con Bestiario, uno de los estudios más punteros del mundo en visualización de datos, para que el alud de información sea comprensible para todos”, indica Reus que en diciembre cumplirá sus primeros dos años al frente del centro de arte que más se asemeja a una Kunsthalle en una ciudad que, a pesar de su múltiple oferta, no tiene un espacio de este tipo.

Pese a que el debate viene desde lejos, el formato nunca llegó a cuajar en Barcelona. “La Kunsthalle alemana ha sido un modelo de referencia, pero más allá de las etiquetas mi objetivo es que el Santa Mònica sea un centro vivo, abierto a todas las disciplinas y al talento de su entorno y del extranjero; un centro versátil con capacidad de reacción e interacción en tiempo real y agilidad para abordar la realidad con la máxima profundidad; un centro capaz de actuar como mediador, pero también de provocar debate, sin miedo a sacar problemáticas”, asegura Reus, que arrancará 2017 con una muestra sobre la fragilidad del acto creativo comisariada por David Armengol, que da comienzo a una etapa de intensas colaboraciones con otros centros en el territorio.

Apoyo a la fotografía

Con su confirmación en el cargo, la Consejería descarta definitivamente la idea de situar el Centro Nacional de Fotografía en Santa Mònica, así como de abrirlo en un futuro próximo. “Es un tema que sigue en la mesa, pero en este momento consideramos que es más eficaz desarrollar una política de apoyo a la fotografía desde las instituciones que ya la están trabajando como el MNAC, el Macba y el propio Santa Mònica”, indicó el consejero de Cultura Santi Vila. El proyecto de crear un Centro Nacional de Fotografía se gestó durante la anterior etapa, con Ferran Mascarell al frente de la consejera de Cultura y para su emplazamiento se barajó la futura explanada de los museos en Montjuïc.

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