_
_
_
_
_

La instrucción del doble parricidio de Moraña finaliza sin aclarar el móvil

Los expertos ignoran qué desencadenó el brutal ataque de David Oubel a sus dos hijas y apuntan al perfil “psicópata” del homicida

Oubel, escoltado por guardias civiles, ante el juzgado de Caldas de Reis.
Oubel, escoltado por guardias civiles, ante el juzgado de Caldas de Reis.Salvador Sas (EFE)

Después de diez meses de preservar la investigación sobre el brutal parricidio de dos hermanas menores de Moraña (Pontevedra) hace casi un año, la juez de Caldas de Reis (Pontevedra) acordó el pasado lunes levantar el secreto de las diligencias tras recibir el informe definitivo de las autopsias de las pequeñas de 9 y 4 años que supuestamente fueron asesinadas con una radial por su padre, Davil Oubel, de 41. A punto de encajar las últimas piezas policiales y científicas con la comparecencia de un último testigo clave en el caso, la instrucción se cierra sin que los investigadores hayan encontrado un móvil o posible desencadenante que explique la brutalidad empleada en ambos asesinatos.

Más información
El parricida telefoneó a su exmujer para decirle que iba a matar a las niñas
El parricida de Moraña afronta la ‘cadena perpetua’

Ni siquiera encaja la hipótesis de un posible caso de violencia de género proyectado en las niñas para provocar el dolor de su madre. “Desde un punto de vista psicológico y humano es inexplicable, obra de un sádico, y no parece claro que hubiese intención de venganza hacía su expareja porque no había una conflictividad seria entre ambos progenitores”, explican desde la Fiscalía de Pontevedra.

Confinado en la prisión de Mansila de Las Mulas (León), una de las de máxima seguridad, la juez comunicó esta semana al presunto parricida los hechos que se le imputan a través de videoconferencia, cumpliendo así uno de los trámites procesales de la instrucción del caso que será resuelto por un jurado popular.

En la misma línea que en comparecencias anteriores, David Oubel recibió la lectura de los cargos que se le imputan sin inmutarse ni pronunciar ninguna palabra o exclamación. En estos meses nunca ha querido declarar ni ha mostrado alguna intención de hacerlo. Lo defiende un abogado de oficio y no recibe visitas de sus familiares.

De su perfil psicológico, los expertos extraen alguna de las características que definen la personalidad del empresario inmobiliario y presunto parricida que podrían ayudar a descifrar los interrogantes en torno a los crímenes de sus hijas: “Frío y sin empatía, no es un loco, es un psicópata con una percepción diferente de lo que ha pasado y con afán de notoriedad”, concluyen.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

A mediodía del 31 de julio de 2015, David Oubel, separado de su mujer con la que compartía la custodia de sus hijas, ponía fin trágicamente a los 15 días de vacaciones que las pequeñas habían pasado con él en la casa de Moraña, donde los cuatro habían vivido. Empleando una sierra rebarbadora que había comprado horas antes en una ferretería, el filicida comunicó sus crímenes a su mujer y su suicidio; en realidad unos pequeños cortes en las muñecas.

El fiscal del caso, Alejandro Pazos, tiene previsto redactar el escrito de acusación en julio, una vez cerrada la instrucción, para después iniciar el proceso de elección de los miembros del jurado que llevará unos meses más, por lo que las previsiones de la instructora es que David Oubel sea juzgado a principios del año próximo.

La conclusión del sumario se ha retrasado varios meses por las dificultades derivadas del cotejo y catálogo de hallazgos y pruebas en el escenario del crimen y su cadena de custodia, lo que exigió una mayor coordinación para su análisis entre los expertos de la policía científica y forense que han intervenido.

Además del testimonio de dos peritos y cinco testigos (ahora uno más a propuesta del fiscal), la instrucción concluirá con el análisis del atestado definitivo de la Policía Judicial de la Guardia Civil, del Instituto de Medicina Legal de Galicia, el de Antropología Forense y el de Toxicología. Este último verifica si las niñas ingirieron alguna sustancia antes de morir o si su padre actuó bajo los efectos de alguna droga. “Hay elementos que no concuerdan entre fallecidas y homicida, y ahora hay que verificar las pruebas que lo relacionen con el ataque”, añaden fuentes de la fiscalía.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_