_
_
_
_
_
LITERATURA

Libros de artista, seducción en pequeñas dosis

La feria Masquelibros presenta ejemplares con formatos singulares y tiradas limitadas

Abraham Rivera
Una de las instalaciones con libros de la feria Masquelibros.
Una de las instalaciones con libros de la feria Masquelibros.
Más información
Francia cuenta
El aumento de las ventas devuelve el optimismo al sector del libro
La conquista de la periferia literaria
Fin de Feria con sorpresas

Tienen formatos singulares, tiradas muy limitadas y están pensados, en muchos casos, como objetos. Así son los libros de artista que se presentan este año en la quinta edición de Masquelibros, la feria de esta disciplina que tiene lugar los días 20, 21 y 22 de mayo en la Biblioteca Municipal Eugenio Trías, el espacio donde antes se encontraba la Casa de Fieras de El Retiro. “Este año, el certamen contará con cerca de 80 expositores, entre los que hay artistas individuales, colectivos, editoriales, galerías, escuelas de arte y facultades de Bellas Artes que exponen sus creaciones más contemporáneas”, explica la cordobesa Tonia Trujillo, miembro del equipo de gestión y organización de Masquelibros.

La feria también celebra un gran número de actividades alrededor del libro, como es el caso de conferencias, donde se hablará del proceso de digitalización de estas obras por parte de los museos; presentaciones y recorridos por las instalaciones; masterclasses sobre los antecedentes del libro de artista, de las vanguardias históricas al movimiento Fluxus; talleres infantiles; o acciones, como la que realizará la Sociedad del Collage este domingo a la 13:30, en la que cuatro integrantes del grupo estarán interviniendo libros de diversos formatos mientras se proyectan sus manos. “Somos un grupo de gente interesada en el collage. Ahora somos 15 personas, pero hemos llegado a ser 22; en ese momento realizamos un fanzine que era un abecedario, donde cada artista nos ocupábamos de una hoja”, cuenta Miluca Sanz, quien además de participar de esta sociedad del recorte, interviene también como miembro de Libroz, una editorial en la que cuatro artistas se han juntado para editar sus propias obras.

Miluca lleva asistiendo desde la primera edición como editora y artista, algo que le permite poder opinar sobre la evolución de la feria: “El nivel siempre ha sido muy alto, aunque el exceso de la oferta hace que no pueda disfrutarse toda”. Junto a la gran cantidad de expositores y editoriales, se encuentra otra cuestión importante y es la que habla de la reducida demanda de estas piezas. “Cada vez queda menos público con posibilidades de comprar este tipo de objetos”, opina Antonio Ortega, propietario de la editorial Archeles, una pequeño refugio que desde 1989 se ha dedicado a publicar portfolios, ediciones facsímiles y libros de arte. “Al contrario que la obra gráfica, el libro se guarda y no está tan a la vista, por ello es más dificil encontrar a personas interesadas”, aclara este editor, que llegó a recibir el Premio Nacional al Libro Mejor Editado en España por su trabajo del Lazarillo de Tormes junto al pintor Isidro Parra.

Ortega, que comenzaría como coleccionista, revela que cada vez son más pequeñas las ediciones que realiza, “entre 20 y 25 ejemplares”, y que los tiempos de trabajo con los artistas se pueden alargar “hasta los dos años”. Pero hay otros editores, más jóvenes, que mantienen una relación diferente con este singular mercado del arte. Noemí Méndez comenzó Nocapaper en 2013 como un espacio de difusión de creadores cercanos a su generación, entre los 38 y los 48 años. “La monté consciente de que era un proyecto a largo plazo. No puedes pretender una gran rentabilidad”, cuenta la editora, que para poder subsistir debe diversificar el número de series que realiza hasta casi la decena.

“Económicamente no es un buen momento. Las ventas desde 2008 han ido disminuyendo y eso ha dado lugar a menor movimiento en los sectores económicos implicados”, concluye Trujillo, quien también participa como coordinadora de la muestra En Lucha Común. “Sin embargo, en el aspecto creativo y de producción de libros de artista, es un magnífico momento. Desde 2012 hasta hoy ha ido en aumento la organización de ferias y exposiciones relacionadas con este formato en el ámbito nacional. Este movimiento es fundamental como apoyo a la divulgación, el conocimiento y la promoción de esta disciplina dentro del arte contemporáneo”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Abraham Rivera
Escribe desde 2015 para EL PAÍS sobre gastronomía, buen beber, música y cultura. Antes ha sido comisario de diversos festivales, entre ellos Electrónica en Abril para La Casa Encendida, y ha colaborado con Museo Reina Sofía, CA2M y Matadero. También ha presentado el programa Retromanía, en Radio 3, durante una década.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_