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Artur Mas cerrará la lista de CDC en el Congreso

El cabeza de lista de los convergentes el 26-J, Francesc Homs, propone al periodista Miquel Calçada como número uno en el Senado

Dani Cordero
Francesc Homs y Artur Mas en el Consejo Nacional de Convergència.
Francesc Homs y Artur Mas en el Consejo Nacional de Convergència.Massimiliano Minocri (EL PAÍS)

Primero tomó la decisión de concurrir a las elecciones con su propia marca. Después convocó unas elecciones primarias para decidir a su candidato, que será Francesc Homs, y activar a su militancia. La última decisión ha sido la de embarcar a Artur Mas en la campaña, que cerrará las listas de la formación para el 26-J. Convergència Democràtica (CDC) está echando el resto para que en las próximas elecciones generales no se repitan, como sucedió en diciembre pasado, los peores resultados de su historia en unas generales.

El anuncio lo ha realizado Francesc Homs en el consejo nacional que el partido ha celebrado en Barcelona. Ha destacado el “valor simbólico” de esa presencia en la candidatura tras dirigirse a él y decirle que “en enero hiciste un gesto muy poco propio de la política”, en referencia al paso al lado ante las presiones de la CUP y garantizar el Gobierno de Junts pel Sí proponiendo a otro presidente de la Generalitat. “Es el hecho más generoso que se ha hecho en este país”, ha asegurado Homs.

Homs se lo pidió a Mas la noche del sábado, una vez las bases ya lo habían elegido como candidato al Congreso por la formación nacionalista. El candidato también ha decidido llevar a las listas por el Senado –donde el partido, que lideraba la candidatura de Democràcia i Llibertat, no obtuvo escaño en las elecciones— al popular periodista Miquel Calçada, reconocido por su defensa del independentismo. Aunque el partido no ha desvelado toda la lista, Homs ha destacado que serán casi paritarias, al menos en Barcelona, y que su rival en las primarias, Sílvia Requena, ocupará la penúltima posición en las listas del Congreso.

Como tras la consulta organizada por CDC el sábado para decidir su futuro, Artur Mas ha mantenido en su discurso las muestras de satisfacción por los resultados del “supersábado convergente” entre las bases de Convergència Democràtica. La militancia no solo optó por refundar el partido, la opción preferida por su presidente, sino que una buena parte (más de la mitad) aceptaron la llamada y fueron a votar. El próximo reto de Mas está en calibrar la profundidad del cambio entre la nueva y la vieja CDC para no perder adeptos de la vieja guardia e intentar ganarlos por la vía de ampliar el discurso. “Aquí no se entierra nada de lo que es bueno, vamos a hacer renacer un proyecto”, ha reiterado Mas sobre la nueva etapa en su participación del consejo nacional.

La dirección de Convergència tiene un mes y medio para decidir qué tipo de partido pone en marcha y unas semanas más para dilucidar quiénes serán los nuevos hombres fuertes de la formación, si es que el nuevo partido aporta novedades en la dirección. El congreso de la refundación se celebrará el segundo fin de semana de julio y Mas ha reiterado que el objetivo es hacer “renacer” un proyecto de 40 años que tiene el objetivo de ocupar un amplio espacio de centro con tres banderas amplias: la defensa de la igualdad de oportunidades, el impulso del “trabajo digno” frente a los “subsidios” y una Cataluña independiente.

Ese último elemento CDC se lo ha hecho suyo solo en los últimos años, de forma creciente desde la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatuto de 2010. “Sin Convergència no habrá independencia”, ha vuelto a decir ayer Mas, aunque en el partido saben también que la deriva independentista de esos últimos seis años le han valido la ruptura con Unió y la pérdida de más de una docena de diputados en el Parlamento catalán, seis en Madrid y 80 regidores en toda Cataluña. Diferentes encuestas le sitúan por debajo del otro referente de la independencia, Esquerra Republicana.

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Pero ese camino en el que no se quiere “enterrar lo bueno”, “divorciarse” o cerrar “una separación radical” del partido que creó Jordi Pujol arranca con el desafío de deshacerse de la pesada mochila en la que se guardan la media docena de casos de corrupción vinculados a la formación que la justicia investiga, incluido el que afecta a la familia Pujol.

Mas prefiere obviar esa parte en público y destacar la parte buena de la “historia de éxito” de CDC, sobre la que ha defendido se han armado las bases de la Cataluña contemporánea: desde su sistema sanitario público a la inmersión lingüística en las escuelas, pasando por la creación de medios de comunicación “líderes” y el cuerpo de los Mossos d’Esquadra. Todo eso, ha señalado, lleva “el sello” de su partido y resistió, ha bromeado, a los dos tripartitos que gobernaron en Cataluña entre 2003 y 2010. “Debía ser bastante sólido”, ha dicho.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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