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Sargentos de mossos piden que no se pruebe la Taser en “su propia piel”

Los mandos intermedios exigen la pistola eléctrica pero quieren evitar el disparo que recibe cada agente al realizar el curso

Alfonso L. Congostrina
La pistola eléctrica Taser.
La pistola eléctrica Taser.

El representante del Sindicato de Mandos de la Escala Intermedia de los Mossos d’Esquadra, Miquel Rovira, ha explicado, en el Grupo de trabajo sobre la utilización por la policía de pistolas eléctricas que se está llevando a cabo en el Parlament, que los sargentos no quieren “utilizar la Taser en su propia piel”. El pasado 27 de abril compareció en la cámara catalana el inspector responsable de la división técnica del cuerpo, Josep Saumell. El mando de la policía catalana desglosó las especificaciones técnicas de las pistolas eléctricas, confirmó que el arma es segura y constató que todos los policías que la utilizan en el mundo han sufrido en su propia piel un disparo con la pistola eléctrica para comprobar el efecto de la misma y “jamás han resultado heridos”.

El 'caso Benítez'

La diputada de la Cup Mireia Vehí ha criticado las continuas peticiones de los diferentes sindicatos para adquirir las pistolas eléctricas. Vehí ha tocado de lleno el 'caso Benítez'. La mayoría de intervinientes han pasado de puntillas por la polémica intervención justo la semana en que un pacto judicial ha dado carpetazo al tema. “Benítez murió de una paliza y de un ataque al corazón, no lo hubiera salvado la Taser”, ha asegurado.

Pere García, del Sindicato Autónomo de Policía (SAP), ha asegurado que hay que ser valiente con el tema Benítez y aprender “a minimizar los daños” en un futuro.

Pese a estas declaraciones de Saumell, Rovira ha manifestado este miércoles por la mañana que los sargentos del cuerpo, muchos de los cuales son los jefes de turno y serán los encargados de utilizar la pistola eléctrica, no están por la labor de recibir un disparo eléctrico: “Necesitamos conocer esta herramienta pero no sentirla en nuestra propia piel, igual que no lo hacemos con un arma de fuego”, ha defendido.

En el grupo de trabajo también ha intervenido Jordi Dalmau, secretario general del Sindicato de Mandos del cuerpo de Mossos d’Esquadra (SICME), que ha exigido la necesidad de pistolas eléctricas: "Los mossos somos gente normal, no somos expertos en artes marciales", ha dicho. "En la escuela de policías se nos enseñan técnicas de esposado pero eso no es suficiente”.

David Lijarcio, de la Unión Sindical de la Policía Autonómica de Cataluña (USPAC), ha reclamado la pistola eléctrica porque “utilizar el arma de fuego en el 99% de los casos en este país no es una opción, por eso necesitamos un arma no letal”. Otro portavoz de USPAC, Josep Miquel Milagros, ha pedido que las pistolas eléctricas no se limiten a los mandos sino que se entreguen a todas las unidades del cuerpo “que diariamente realizan sus funciones en la calle”.

El secretario general del Sindicato de Mossos d’Esquadra (SME), Toni Castejón, ha querido destacar que los mossos no salen "a torturar ni a dar palizas": "Salimos para hacer bien nuestro trabajo y que nadie se haga ningún daño. La Taser es una demanda laboral para proteger a compañeros y ciudadanos”.

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David José, secretario general del Sindicato de Policías de Cataluña (SPC), ha asegurado que la peor situación en la que se puede encontrar un agente es hacer frente a una persona: "Se te complica la vida y la integridad física, no es agradable para nadie porque seguro que habrá heridos”. José también ha pedido la pistola eléctrica para todas las unidades.

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