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El presidente de Air Nostrum: “La falta de Gobierno está frenando proyectos”

La aerolínea gana 11,3 millones y da por superada su “profunda restructuración”

Ignacio Zafra
Ayuda publica Air Nostrum
Carlos Bertomeu, presidente de Air Nostrum.MÒNICA TORRES
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La aerolínea Air Nostrum, franquiciada con Iberia para vuelos regionales, ha cerrado 2015 con un beneficio de 11,3 millones de euros, frente a los 3,7 millones que ganó en 2014 y el profundo valle que atravesó los años anteriores, con pérdidas que alcanzaron 29,1 millones en 2012. El presidente de Air Nostrum, Carlos Bertomeu, ha afirmado este miércoles, sin embargo, que “la falta de Gobierno está empezando a frenar proyectos”. Y ha pedido despejar cuanto antes “la incertidumbre política”.

Bertomeu ha presentado los datos de la compañía con “profundo orgullo” como un “punto de inflexión muy importante viniendo de donde veníamos”, en referencia a la “restructuración muy profunda” que la empresa ha afrontado desde el año 2008.

El presidente de la compañía con sede en Valencia ha señalado que su aerolínea, la que más vuelos internos realiza en España, “es un buen termómetro de la actividad económica” del país. Y que los resultados demuestran que durante el año pasado “el mercado en España empezó a hacerse sólido y a crecer”.

La ausencia de Ejecutivo debido a la falta de acuerdo entre los partidos tras las elecciones generales del 20 de diciembre ha empezado, sin embargo, a “frenar proyectos”. Y a provocar una caída del pasaje que toma viajes de última hora por motivos relacionados “con cuestiones gubernamentales, como los concursos públicos y las licitaciones“. “Hay proyectos que se frenan hasta que esté claro el escenario. Sería importante que las incertidumbres políticas se acabaran cuanto antes y que haya Gobierno, del signo que sea, pero estable”, ha afirmado.

Bertomeu se ha mostrado convencido, sin embargo, de que el negocio seguirá aumentando en 2016 gracias al turismo, “que está fuerte y lo va a seguir estando”.

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La compañía aumentó el año pasado su número de vuelos (75.951), el de pasajeros (4.010.276) y alcanzó su récord de ocupación por trayecto, con una una tasa del 65,7%. “Hemos garantizado la supervivencia y hemos aprendido a mantenernos en el sector con menor precio medio por cliente”, ha dicho quien fue durante años consejero delegado de la empresa. El entonces directivo acudió con otros socios a la ampliación de capital realizada por la aerolínea, que estuvo controlada históricamente por la familia Serratosa.

Aunque la compañía se ha beneficiado de la bajada del precio del combustible, Bertomeu ha mantenido que los beneficios no son un reflejo lineal de este factor. “El combustible es muy importante. Pero cuando el combustible baja, la cotización del dólar contra el euro se pone en sentido inverso. Y el dólar se ha revalorizado respecto al euro. Si entre el 20% y el 30% de los costes son el combustible, cerca del 60% de los gastos se hace con dólares”, ha apuntado Bertomeu, destacando que un factor ha compensado hasta cierto punto al otro.

La empresa ha empezado a “prepararse para el siguiente ciclo”, según Bertomeu, con la mirada puesta en el continente americano. “Normalmente, cuando el mercado sube en Europa, baja en los países emergentes americanos, y al revés. Tener presencia en ambos mercados, puede ser interesante para regular oferta en función de los cambios de ciclo”, ha afirmado.

Air Nostrum ha consolidado nuevos nichos de mercado, como los “vuelos especiales y chárter”, con los que ha facturado 19 millones, un 20% más que en 2014. Y con el alquiler de alquiler de aviones, tanto con tripulación como sin ella, que el año pasado representó unos ingresos de 12 millones, un 93% más.

Hasta 2016, la empresa tiene previsto incorporar 20 nuevos aviones, modelo CRJ1000 fabricados por Bombardier. La antigüedad de la flota se situará en 6,6 millones y el número de plazas medio por avión aumentará hasta 88 pasajeros (en 2014 eran 75).

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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