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El ciclista que dejó en coma a una jubilada no se dio a la fuga

El marido de la víctima cree la versión del acusado que declaró voluntariamente ante la Guardia Urbana

Alfonso L. Congostrina

La Guardia Urbana de Barcelona investiga el extraño accidente entre un ciclista y una jubilada en el centro de la capital catalana que ha acabado con la mujer en coma y el supuesto agresor entonando el mea culpa, cinco días después, tras enterarse de que la mujer se encontraba grave.

Los hechos tuvieron lugar la tarde del pasado jueves 28 de abril. Josefina, de 69 años, se dirigía a un recital de poesía en la Casa Valencia de la calle Còrsega. Llegó hasta allí con retraso, una brecha en la cabeza y un brazo magullado. Sus amigas le preguntaron que le había pasado y ella les informó que había sido atropellada por un ciclista en la avenida Diagonal a la altura de Pau Claris. Dicho esto, y mientras sus amigas le hacían unas pequeñas curas,  se desplomó y perdió el conocimiento.

Una ambulancia la trasladó hasta el Hospital de Sant Pau donde permanece, desde entonces, en coma. La Guardia Urbana abrió una investigación para aclarar los hechos. Ayer los medios de comunicación publicaron la noticia del extraño accidente. Por la tarde, un hombre se presentó ante la Guardia Urbana y confesó ser el ciclista que arrolló a Josefina. El autor confesó que circulaba por el carril bici que hay pintado en el suelo de la Diagonal cuando chocó con la víctima. El ciclista quiso dejar claro que jamás abandonó a la víctima ni huyó del lugar. Según su declaración, se detuvo y atendió a la jubilada. La mujer le dijo que se encontraba bien y que llegaba tarde a una cita con sus amigas. Se levantó y se fue.

La Guardia Urbana ha abierto una investigación, está recopilando la información y ha remitido toda la documentación al juzgado. Fuentes cercanas al caso, dan credibilidad al ciclista ya que si se hubiera dado a la fuga, con toda seguridad hubieran aparecido testigos que denunciaran el hecho. La policía municipal está recopilando imágenes de cámaras cercanas para esclarecer los hechos.

El marido de la víctima, Joan Maria Roure, también da credibilidad al ciclista y este miércoles en una entrevista en la emisora RAC1 ha criticado que ciclistas y peatones compartan un espacio sólo separado por una línea pintada en el suelo. Roure ha culpabilizado al Ayuntamiento de la convivencia de bicicletas y peatones y ha anunciado que por el momento no emprenderá acciones legales contra el ciclista.

El pasado 14 de febrero falleció Muriel Casals. El 30 de enero fue atropellada por un ciclista cuando ella cruzaba un semáforo en rojo. No pudo sobrevivir a las heridas que le provocó el impacto. Desde entonces se ha abierto un debate sobre la convivencia de ciclistas y peatones en la ciudad.

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