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PSC y CDC se maquillan para el 26-J

Socialistas y convergentes retocan candidatos y marca para intentar atraer al electorado

Joan Tardà saluda afectuosamente a Junqueras, este sábado, en Gavà
Joan Tardà saluda afectuosamente a Junqueras, este sábado, en Gavà Quique García (Efe)

El Partit dels Socialistes y Convergència, los dos partidos que han ocupado la centralidad en Cataluña durante décadas, son también los que más se han movido para las elecciones generales del 26 de junio. El cambio ha sido mayor en los socialistas, seguramente la única fuerza que elegirá un nuevo cabeza de cartel mientras que los convergentes darán un paso atrás y recuperarán sus siglas tras la fallida denominación de Democràcia i Llibertat y su frustración al no lograr que Esquerra acepte la lista única que tanto reclamaban. En el resto de fuerzas no se espera prácticamente ningún cambio, sino un calco de las candidaturas de hace seis meses y, si acaso, algún matiz estratégico de campaña tras fracasar la negociación para investir a Pedro Sánchez.

PSC. El relevo de Carme Chacón por Meritxell Batet será seguramente la novedad más importante de la campaña. Con todos los matices que pueda introducir la nueva cabeza de lista, el discurso será el mismo: reforma constitucional para resolver el encaje de Cataluña. Queda por ver cómo queda la renovación de las listas y si eso dará oxigenar al PSC para intentar recuperar aquel electorado que tuvo y que le llevó a cosechar 25 escaños y que después le abandonó hasta lograr ocho.

Convergència. Francesc Homs admitió sin reparos hace unos días que Esquerra le “daba calabazas” para confeccionar una lista única al Congreso y de nada ha servido ni la sugerencia de Artur Mas para ablandar a los republicanos. CDC intenta ahora volver a los orígenes, llamarse como siempre se ha llamado y pese a que eso sea una rémora porque se le puede asociar con la corrupción. Parece una operación de maquillaje para ganar el terreno perdido, que les llevó el 20-D a ser la cuarta fuerza política en votos, cuando cuatro años antes fueron la primera, bajo la denominación de CiU.

En Comú Podem. La confluencia de izquierdas, que venció el 20-D con 12 escaños, no hará primarias y repetirá con Xavier Domènech, que ha superado ya su problema de falta de popularidad durante la anterior campaña tras participar en las negociaciones de investidura. Sus objetivos serán los mismos: reivindicar el referéndum y el grupo propio. Por ello, la coalición ha consultado con juristas para evitar que no sea vetado en el Congreso. La coalición apostará de nuevo por nuevo una campaña coral en la que participará Ada Colau, Pablo Iglesias, Alberto Garzón —que por primera vez estarán juntos en un mitin— o Mónica Oltra. Su mensaje se centrará en equiparar al PSC con Ciudadanos y en reprochar al independentismo que en las negociaciones ha reivindicado el referéndum.

Esquerra. Los republicanos han sido los primeros en aprobar sus listas, las mismas que en diciembre, encabezadas por el entonces desconocido Gabriel Rufián. El consejo nacional de ERC dio un portazo a CDC y ratificó este sábado a sus candidatos, sin que estuviera previsto en el orden del día. Desprendidos de la rémora que podría suponerles la lista única, aseguran que van a por todas en estos comicios y tras lograr el mejor resultado en unas generales hace seis meses, con nueve diputados, ahora pretenden disputarle el primer puesto a En Comú Podem. La nueva ausencia de la CUP juega a su favor.

Ciudadanos. A propuesta de la ejecutiva, el Consejo General del partido ratificará probablemente las listas que se presentaron el 20-D y, por tanto, no habrá en principio elecciones primarias. Juan Carlos Girauta, portavoz de la formación naranja en el Congreso, volverá a ser candidato por Barcelona y es probable que el partido le dé más visibilidad, después de haber quedado muy eclipsado en la campaña por el protagonismo del dúo Albert Rivera e Inés Arrimadas. C's logró cinco escaños.

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Partido Popular. Salvo que haya una sorpresa de ultimísima hora, el PP volverá a apostar por el incombustible Jorge Fernández-Díaz, ministro del Interior y amigo de Rajoy, que repetirá como cabeza de lista por tercera vez. Los populares están diseñando una campaña más mediática que mitinera para contener los gastos. Tras empatar a cinco diputados con Ciudadanos —el partido naranja superó al PP por 72.000 votos— intentará recuperar los apoyos perdidos. Culpará a Junts pel Sí de estar falseando la realidad al responsabilizar al PP de los problemas sociales y económicos de Cataluña.

Unió. Si el 27-S fue el inicio del fin del partido democristiano, las generales certificaron su defunción en el Congreso, al no obtener tampoco representación. El eterno candidato José Antoni Duran Lleida se fue a ejercer de abogado y cada vez se antoja más difícil que concurran a las elecciones. El nuevo líder, Ramon Espadaler, no aclaró este sábado si lo harán y se limitó a reivindicar el centro político catalanista.

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