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Interior echa para siempre a los policías corruptos del Riviera y el Saratoga

El comisario Luis Gómez y los inspectores Javier Martín y Abundio Navas no podrán volver al cuerpo

Rebeca Carranco
El comisario Luis Gómez, saliendo de la Audiencia.
El comisario Luis Gómez, saliendo de la Audiencia. Albert Garcia

El Ministerio del Interior ha echado para siempre al comisario Luis Gómez, al inspector jefe Abundio Navas y al inspector José Javier Martín Pujal del Cuerpo Nacional de Policía. Los tres han sido condenados en el caso de corrupción policial vinculado a los burdeles Riviera y Saratoga, de Castelldefels. El Supremo ratificó en octubre del año pasado las condenas para los tres policías. Aunque el alto tribunal las rebajó sustancialmente las penas, se mantiene la decisión de inhabilitarles de manera especial, lo que conlleva la expulsión.

En las tres resoluciones publicadas en el Boletín Oficial del Estado -el 22 de marzo, el 13 de abril y el 27 del mismo mes- el Ministerio declara la "pérdida de la condición de funcionario" de los tres policías debido a la sentencia firme en su contra. La inhabilitación especial para un funcionario público de la Policía Nacional comporta que los agentes salen del cuerpo. Una vez hayan pasado los años de inhabilitación especial, y siempre y cuando hayan cancelado ya sus antecedentes penales, pueden volver a presentarse a la convocatoria para ser policías, como una persona más, sin mantener sus cargos ni atribuciones. Aunque se ha eliminado la edad máxima para las pruebas a funcionario de la policía, difícilmente alguno de los tres —de 55, 56 y 62 años— volverá a hacerlo.

El Supremo condenó al comisario Luis Gómez por un delito de cohecho porque considera probado que evitó las redadas en los clubes Riviera y Saratoga a cambio de dinero, comidas, invitaciones a hoteles e incluso el pago de una consulta médica a su hijo. Pero le rebajó la pena inicial de seis años de cárcel y le sentenció únicamente a tres años de inhabilitación

En el caso de Martín Pujal, alias Jordi, le condena por haber extorsionando al dueño del Saratoga, y amenazarle con "freírle" a redadas si no le pagaba una mordida. Su figura es una de las más controvertidas. Jordi mantuvo hasta el final que se intentó infiltrar para destapar la actividad delictiva de sus superiores. El Supremo también rebajó su condena de cinco años y medio de prisión a dos años y medio.

A Abundio Navas, el Supremo mantuvo intacta su condena a tres años de cárcel por falsificación documental. Considera que el inspector jefe modificó un atestado policial sobre el contenido de la taquilla del inspector Martín Pujal.

El caso Riviera y Saratoga, de 2009, supuso un terremoto en el ámbito policial catalán. Primero, porque se demostró que existía una red de policías dedicados en teoría a combatir la explotación sexual de mujeres que en realidad tejieron una red clientelar con empresarios del sector para evitar las redadas en sus locales. Segundo, porque fueron los Mossos d'Esquadra, dirigidos por el actual jefe de la policía catalana, José Luis Trapero, quienes investigaron esos nexos, lo que contaminó la relación de los dos cuerpos policiales. Siete años después, las tensiones siguen latentes. 

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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