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Andorra detecta norovirus en la fuente de Arinsal y cierra la embotelladora

El Gobierno confirma que todo el manantial está contaminado por el virus e inmoviliza definitivamente la producción de agua

Jessica Mouzo
Garrafas y surtidor de agua Eden.
Garrafas y surtidor de agua Eden.carles ribas

Todo el manantial de Arinsal (Andorra) está contaminado por un norovirus, el mismo microorganismo que se encontró en las garrafas de agua que intoxicaron de gastroenteritis a más de 4.100 personas en Barcelona y Tarragona. El Gobierno de Andorra confirmó ayer la presencia del norovirus en el agua de la fuente y anunció el cierre definitivo de la planta envasadora, Aigües del Pirineu. El Ejecutivo andorrano, que ha abierto un expediente a la embotelladora, también ordenó retirar del mercado todos los productos procedentes de esta fuente.

“Se ha detectado una contaminación por norovirus en casi todas las muestras recogidas, incluso en las de captación de agua”, explicó ayer el ministro de Salud de Andorra, Carles Álvarez. En concreto, los estudios realizados a la fuente han detectado 20 unidades virales por cada cinco litro del genotipo 1 de norovirus y 110 partículas por cada cinco litros del genotipo 2 del mismo microorganismo. La presencia del norovirus en el manantial confirma lo que dijo la Generalitat el lunes de que el origen del brote estaba en una “contaminación fecal humana”. El único reservorio del norovirus es el ser humano y su transmisión es por la vía fecal-oral.

Álvarez descartó que se haya producido una filtración de aguas residuales en la fuente de Arinsal y puntualizó que las unidades virales detectadas son “muy inferiores” a las referidas por la Generalitat el pasado lunes —10.000 partículas por litro en algunas muestras, dijo el investigador catalán Albert Bosch—. Este baile de cifras entre Andorra y Cataluña se debe, según el Ejecutivo andorrano, “a que la muestra de la que hablaba Bosch [BOSCH]no era una de las oficiales recogidas por la Generalitat, sino que pertenecían a una empresa que se las llevó a la Universidad de Barcelona a analizar”.

Con todo, partícula arriba o abajo, la contaminación de la fuente es un hecho y, dado que el manantial sólo abastece a la embotelladora, el Ministerio de Salud ha procedido a cerrar la planta, prohibir la venta de sus productos y retirar las botellas que haya en el mercado. “El acuífero está contaminado, por lo que todo lo que se llene con agua de la fuente está contaminado”, confirmó Álvarez.

Según el ministro, “el número de virus en el acuífero puede variar durante el día”, pero los análisis no dejan lugar a dudas de que todas las líneas de producción de la planta envasadora están contaminadas. “Se ha encontrado norovirus tanto en las garrafas como en las botellas que se envasaron en fechas coincidentes con los bidones”, apuntó. La empresa distribuidora Eden, que repartió las garrafas contaminadas en Cataluña, retiró preventivamente seis lotes con más de 6.000 bidones durante las primeras horas del brote.

Lo que resta saber ahora es cómo ha llegado el virus a la fuente. Aunque al principio el ministerio mantenía que el origen del brote podría estar en el proceso de envasado o higienización de las garrafas, los resultados de las analíticas han descartado esa sospecha. Según Álvarez, el acuífero está situado a 150 metros de profundidad y “controlado y aislado” por densos muros de hormigón. “Pudo haber una filtración del virus, pero eso no significa que las heces lleguen al acuífero. Lo que llegó fue el virus. Si hubiese heces, los análisis bacteriológicos habrían dado positivo”, señaló.

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Aunque el Gobierno andorrano siempre ha mantenido que los análisis microbiológicos de la envasadora no detectaron ninguna anomalía, el ministerio ha abierto un expediente a la empresa envasadora. Álvarez aclaró, sin embargo, que el proceso de instrucción no implica directamente una sanción a la compañía embotelladora.

Álvarez también desvinculó el repunte de las gastroenteritis en el país con el suceso de Arinsal, aunque no supo concretar desde cuándo está contaminada la fuente. “No tenemos evidencia de que el agua envasada antes de 29 marzo [los lotes más antiguos en los que se han detectado el virus] haya producido casos de gastroenteritis”, indicó.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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