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Las subvenciones agrarias tiñen Cataluña de amarillo

Los agricultores catalanes de cereal apuestan este año por la colza debido a que está subvencionada con entre 60 y 80 euros hectárea

Alfonso L. Congostrina
Una plantación de colza en Usall (Pla de l'Estany)
Una plantación de colza en Usall (Pla de l'Estany)Carles Ribas

Esta primavera se extienden cultivos amarillos tiñendo los paisajes de algunas partes de Cataluña sobre todo en Girona y las comarcas centrales. Es la plantación de moda entre los agricultores de cereal: La colza. El principal motivo por el que los payeses han adoptado este año este cultivo es la generosa subvención con la que premia la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea a los agricultores que apuestan por este cereal de tonalidades amarillas.

Ramon Bardají, es técnico en Lleida de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA). Bardají asegura que la presencia de colza en nuestros campos se debe a varios factores: “La PAC concede ayudas extras a determinados cultivos, estas subvenciones van de entre 40 y 80 euros por hectárea”. El técnico de ASAJA asegura que la ayuda a la colza “es muy importante y va de entre 60 a 80 euros por hectárea siempre y cuando el cereal se destine a la alimentación animal”. La subvención es específica y está dentro de las ayudas a los "cultivos proteicos", una estrategia de la Unión Europea para reducir las importaciones de soja y colza con la que se dota de proteína a los piensos animales. Bardají informa que las subvenciones de la PAC también han introducido o expandido otros cultivos en Cataluña. “En explotaciones de más de 15 hectáreas la PAC obliga a destinar un 5% de la superficie a interés ecológico, es decir puede dejarse en barbecho o cultivar una plantación que fije nitrógeno a la tierra, por ese motivo este año se está plantando mucho guisantes”.

La nueva PAC evita el monocultivo y muestra interés por la flora y fauna autóctona obligando a plantar, al menos, dos cultivos a aquellos payeses que planten entre 10 y 30 hectáreas y a tres cultivos a los que superen las 30 hectáreas.

Carles Vicente, responsable de organización de Unió de Pagesos, asegura que otro de los motivos que justifican un incremento de cultivos de colza es que el pasado año el maíz estuvo a punto de dar pérdidas. “Muchos agricultores han sustituido el maíz por la colza que tiene una semilla más barata y no falla tanto”. Vicente informa que no todos los campos son válidos para plantar colza “ya que es exigente en agua”.

El presidente de Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC), Joan Carles Massot, también apunta que las directivas de la PAC hacen cambiar los cultivos de los agricultores. Massot descarta que la colza se plante para destinarlo a biodiesel ya que este no recibe tanta subvención.

Lo cierto es que las políticas europeas están cambiando los colores del paisaje catalán. Esta primavera las extensiones amarillas hacen distinguir la colza de otros cultivos tradicionales. 

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