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Crónica
Texto informativo con interpretación

Romeva sale de la trinchera

El consejero presenta su novela 'Pont de ceniza' como un llamamiento a construir puentes y combatir prejuicios

Cristian Segura
Llach (izq.) y Romeva, en la presentación del libro.
Llach (izq.) y Romeva, en la presentación del libro.M. Minocri

Raül Romeva, popularmente conocido por ser el Minister of Foreign Affaris de la Generalitat, tiene una manía particular: no soporta los estereotipos. Lo explicó ayer en la presentación de su novela Pont de cendra, ambientada en la guerra de los Balcanes. Romeva resumió que el libro es una oda a construir puentes, en todos los ámbitos de la vida: “Muchas veces creemos que estamos protegidos en la trinchera, con los nuestros. Pero para sobrevivir hay un momento en el que tienes que salir de la trinchera para encontrarte con el otro”.

“Salir de la trinchera para ir a buscar al adversario. Cuando alguien quiere que el diálogo se rompa, lo primero que hace es disparar a los puentes”, añadió. Quien lo dice es alguien que estuvo en Bosnia durante el conflicto... También es alguien que representa a un Gobierno que en 15 meses quiere declarar la independencia unilateralmente.

Rodeado de juguetes y otros productos infantiles del Abacus de la calle Córcega, Barcelona, Romeva presentó Pont de cendra acompañado por la escritora Blanca Busquets y por Lluís Llach. Busquets se deshizo en elogios hacia Romeva: “Probablemente es uno de los autores más cultos y sabios que tenemos”; “Romeva habla de todo de manera suave, incluso la lágrima que leyéndole cae en la página, parece suave”. Llach confesó que cada jornada durante las negociaciones entre Junts Pel Sí (JxSí) y la CUP la terminaba leyendo Pont de Cendra. “Pensaba que si Lluís Llach tenía un libro mío, ya me podía morir”, dijo Romeva.

El consejero de Exteriores apuntó que los meses de negociaciones “fueron un momento muy difícil”, en parte porque sus actores también se movían por estereotipos. Llach opinó que la novela demuestra que Romeva es “una cabeza moderna”. El cantautor confirmó que ambos lo pasaron muy mal durante las negociaciones con la CUP. Romeva añadió que su familia todavía lo está pasando mal por la presión que él sufre, pero que espera “que esta situación de transición [los meses previos a la independencia] sea corta”.

Romeva valoró que es erróneo hablar de “la gente”, que lo que cuenta es la acción de cada individuo: “Hablar de la gente es deshumanizar a las personas”. Tiene su interés que Romeva afirme esto porque JxSí se ha prodigado en hablar en nombre del pueblo catalán. Él mismo, en una entrevista para Nació Digital de verano de 2015, advertía: “Si no ganan las opciones a favor del la reacción del Estado será extremadamente virulenta. Utilizarán todas las herramientas a su disposición para atacar todavía más a la gente que vive en Cataluña”. Por suerte, Romeva quiere tender puentes.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario Avui en Berlín y posteriormente en Pekín. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

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